Gira, Gira, Gira el Sol

Hace unos días mi medio limón llegó a casa cargado de un gira-sol, con su tallo robusto y verde, sus grandes hojas y de corona esa hermosa flor amarilla. Lo encontró abandonado en el margen de un campo. Me encantan los girasoles y es, junto a la rosa roja, una de mis flores favoritas, y lo sabe.

Le dije de no dejarlo morir y de plantarlo en el jardín. Pero él se negaba alegando que me haría ilusiones y que seguro que al final no sobreviviría al transplante.

Tozuda como la que más, insistí, ya que no me gusta dar por perdido algo antes de ni tan siquiera haberlo intentado y tenía la ilusión que ese girasol, al final, sobreviviría. Así que se lo arrebaté de las manos y lo planté.

Una vez plantado, y mientras que yo regaba y mimaba el girasol, él seguía erre que erre diciéndome que no aguantaría, que era una pérdida de tiempo, que acabaría muriendo y que éso me haría entristecer, la cuál cosa no quería.

"No seas tan negativo -le dije- si piensas de esa forma, el girasol lo notará y entonces seguro que sí que morirá (a lo que él, se reía). Sé positivo, como te atreves a decir que morirá cuando aún está vivo, a caso tienes una bola de cristal?."

Y empecé a hablarle suavemente al girasol, a presentarme, a decirle que le cuidaría y de la ilusión que me haría poder seguir regándole durante muchos más días.

Cogí la mano de mi medio limón e hice que acariciara también el tallo del girasol (a lo que él se continuaba riendo).

"En esta vida todo es cuestión de aptitud, -continué- y si estás predispuesto a que algo salga bien eso tendrá muchas más posibilidades que salga bien. Así que empieza ahora mismo a pensar en positivo, a pensar que conseguiremos que acoja este jardín como su nueva casa. Y no infravalores nunca a los demás, ni al girasol, ni a mí. Al igual que debes dejar que cada uno tome sus propios caminos también debes aprender a asimilar que muchas veces sufriré. Pero que aún así, no debe ser excusa para no dejar que tome esos caminos porque ni tú, ni yo, sabemos del futuro y el miedo a sufrir no debe cerrarnos puertas para intentar conseguir las cosas que queremos".

Mi medio limón desde un principio pensaba que de nuevo había perdido la cabeza, tratando de esa manera a esa flor. Estoy segura que pensaba: "Otra más de sus tantas locuras, pero como sé que cuando se le pone algo entre ceja y ceja no hay nada que hacer, pues la dejaré hacer y yo permaneceré a su lado para consolarla cuando se lleve la decepción".

Al día siguiente, el girasol aún estaba peor. Pero mi medio limón no se daba cuenta de una cosa. Mientras que él andaba Triste y preocupado por como me afectaría a mí el ver que aquel girasol al que le había cogido tanto cariño se estaba muriendo, era yo la que estaba Feliz mimándolo, regándolo y abonándolo.

Yo intuía, o si más no, sólo pensaba en que sobreviviría.

Y así fue. Dos días después se recuperó y ahora está en el trono de mi jardín. Y aquí os dejo una foto de esa pequeña gran planta que enseñó a mi medio limón una gran lección.


Así que ya véis, mi medio limón al final resultó que se llevó una grata sorpresa precisamente de esa "locura", de aquello en lo que en un principio no tenía ninguna esperanza, de aquello de lo que tanto se reía, de aquello de lo que se preocupaba por el miedo de verme sufrir...

He decidido que con sus pipas plantaré un pequeño campo de girasoles en mi jardín para que cada vez que los veamos pensemos en la esperanza, pensemos en que todo es posible, en que en esta vida hay que estar predispuesto a todo, incluso a lo que parece imposible. Para que nunca arrojemos la toalla antes de tiempo. Para que ante todas las adversidades, ante todo lo que esta vida nos traiga, nuestra aptitud sea Positiva, Luchadora y Esperanzadora. Y para que Él y Yo reguemos juntos este nuevo jardín.

Haré de las Gaviotas, Recuerdos
Del Horizonte, Sueños
De las Olas, Cosquillas
De la Luna, Hechizo
De las Estrellas, Lágrimas
Del Cielo, Pensamientos
Y del campo de Girasoles, Esperanza

PD: Ayer mi medio limón empezó a regar el Girasol ;-)