Que los girasoles buscan la luz del Sol seguro que ya lo sabías, pero, ¿sabías que en días nublados se miran a los ojos los unos a los otros buscando la energía del otro? No se quedan marchitos ni agachan la cabeza, sinó que se quedan unidos, alzados y bellos mirándose.
La naturaleza nos habla y nos enseña. No importa sino sale cada día el Sol, si nos tenemos los unos a los otros.
La naturaleza es maravillosa, nos deja acciones que pueden reconfortarnos espiritualmente. La belleza, amiga, las bellezas.
ResponderEliminarTe abrazo.
Todos deberíamos observar la naturaleza como se comporta en estado puro y aprender mucho de ella.
ResponderEliminarOtro gran abrazo para ti!