Los troncos de la encina chasqueaban dentro del fuego, debajo de la campana de la chimenea. El abuelo, sentado en la silla de brazos, al lado de sus nietos que permanecían atentos sobre el banco de madera. Acababan de cenar y escuchaban con atención las explicaciones del abuelo sobre los tiempos de antaño, que segun él, no se parecían en nada a los de hoy en día. Rememoraba viejos tiempos, aquellos en los que la gente trabajaba sin tanta ambición. También explicaba sus tiempos juveniles en el servicio militar y una novia que había tenido en Castilla. Les enseñaba aquella foto vestido de soldado, donde aparecía con ese aire exagerado de aquellos tiempos, mientras les explicaba que aquella mili era muy severa y cambiaba la mentalidad de muchos jóvenes que venían de la tranquilidad del campo.
El más pequeño ja dormía, recostado en el sofá, sobre la manta roja, soñando con los Reyes Magos que les trairían fantásticos regalos. El tió, bajo la copa del árbol de Navidad, descansaba exhausto de tanto golpe, pero satisfecho de haber vuelto, un año más, a despertar las fantasías y las ilusiones de los más pequeños.
A lo lejos, un ruido de cacerolas y de otros enseres retronaban des de la cocina mientras los más despiertos los recogían, aún bajo los efectos de las copas del brindis.
El abuelo decide retirarse e irse a la cama, no sin antes mirar por la ventana, tal y como hacía cada noche, para saber el tiempo que hacía. Y dijo: "empieza a nevar".
Y mientras, el fuego continuaba chasqueando los troncos de encina, como si quisiera proteger la calma de aquella familia.
FELICES FIESTAS
I
FELIZ 2013