20 de noviembre de 2012

La vida está para experimentar



En mi vida seguro que he hecho y haré cosas de las que me arrepentiré y, por mucho que me esfuerce en lo contario, seguro que también dejaré alguna en el tintero. Dicen que deberíamos hacer más caso de los consejos de nuestros abuelos, y cuánta razón tienen. Sabeís qué dice la mayoría de la gente en su lecho de muerte? "ojalá hubiera...". Tengo claro que si hay algo que todas esas vidas nos quieren transmitir es que es mucho mejor arrepentirnos por cosas que hemos hecho que no por cosas que hemos dejado de hacer. Pensadlo. ¿Hacía dónde se inclina vuestra balanza en estos momentos? ¿en el arrepentimiento de cosas que habéis hecho o en el arrepentimiento de cosas que no habéis hecho y que os hubiera gustado hacer o si más no intentar? aún estáis a tiempo de inclinar el resultado de esa balanza.

No deberíamos dejar pasar por alto y menospreciar toda esa sabiduría que las personas mayores han ido labrando y labrando a lo largo de su vida. ¿No creéis que, si desde pequeños partiésemos des de esa sabiduría podríamos llegar mucha más lejos de lo que jamás llegaremos en nuestra vida y podríamos evitar muchos de esos errores que la humanidad realiza una y otra vez, una y otra vez, una y otra vez?  pero somos tercos, cabezones, demasiado orgullosos y prepotentes y queremos pensar que la verdad, la única verdad, será la que nosotros decidamos que sea y no la que nos digan los demás.

Pero a mi me gusta escuchar a nuestros abuelos. Me gusta de tanto en tanto entrometer mi oreja en alguna que otra conversación de esas que los abuelitos mantienen en el banco de la plaza. A veces nos parecerá que viven en otro mundo, que ya pasó su "onda", pero si analizamos bien lo que dicen, veremos que tienen mucha más razón de la que creemos y que son un sinfín de sabiduría que bien usada nos puede ayudar a tener mucho más éxito en nuestra vida y en correlación, en la vida de la gente de nuestra alrededor. Los abuelos pueden tener diferente ideología a la nuestra, tener diferentes gustos, ser unos plastas explicando sus mil y una historias, pero hay una cosa que es bien cierta, tienen un gran tesoro: la experiencia.

No sé si será este virus que estos días me está dejando hecha polvo, pero hoy es uno de esos días que aprovecho el estar en la soledad de mi casa, ajena de todo ruido, ajena del resto del mundo, para volver a hacer un descanso en mi vida y hacerme nuevamente esa pregunta: "hay algo que te gustaría hacer y que te estás autocensurando?" La respuesta se verá en las próximas semanas, meses o años... sólo espero, como he dicho en más de una ocasión, llegar a mi lecho de muerte arrepintiéndome más de lo que he hecho que de lo que he dejado de hacer. Para mi, el poder estar plenamente satisfecha de mi vida significa intentar hacer todo aquello que en cada época de mi vida he querido hacer. Para mi, el vivir ronroneando dentro de mi mente, día a día, el "que hubiera pasado si..." es una de las mayores torturas que alguien puede tener. Así que...a experimentar!!







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