"La empatía alimenta las conexiones. La simpatía impulsa la desconexión"
Así que deja de hacerte el simpático y escucha plenamente a la otra persona. La otra persona, ante situaciones difíciles, lo que necesita es que te pongas en sus zapatos y que no le juzgues de buenas a primeras. Lo que menos necesita es que le digas que no pasa nada, porque para esa persona Sí que pasa.
Porque cuando alguien está mal es cuando más necesita ser escuchado. Mírale des de su misma altura, conectando des del mismo nivel y perspectiva. Acompáñale y abrázale, con los brazos y con el corazón.
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