Aceptar no tiene que ver con resignarse. Para realmente aceptar las cosas tal y como son, necesitamos mucha fortaleza, mucho coraje y mucha motivación. Sobretodo cuando están pasando cosas que no nos gustan. Trabajar de la manera más sabia y eficaz posible, estar conectados atentamente a lo que se va desplegando delante nuestro y entender que cada circunstancia es única nos ayudará en el proceso de esa aceptación.
Nos encontremos donde nos encontremos y con lo que nos encontremos, contamos con los recursos que tenemos en cada momento y es importante saber usarlos sabiamente para mitigar, curar y cambiar las cosas. Deja de echar la culta a los demás, al destino, al universo, a la mala suerte. En todo lo que nos acontece siempre, siempre, hay algo que depende de nosotros. Y está en nuestras manos saber en cada momento qué depende de ti para cambiar las cosas.
Buenos y atentos días verdecill@s!