Estos últimos días estoy dándome cuenta de muchas cosas. Algunos lo llamarían autoconocimiento. Son cosas que ya sabía, pero no me había parado a pensar en ellas, a reflexionarlas, a indagar en ellas.
Una de las cosas es que no acepto lecciones de nadie ni de nada. Tengo que aprender por mí misma. Y así he ido haciendo toda mi vida. Aprendiendo de mis propias experiencias, de mis fallos y de mis aciertos, y no de libros o consejos. Aunque eso no significa que a veces no escuche consejos... bueno, más bien los oigo, porque la mayoría de veces, no los escucho. Ante consejos, construyo una barrera, no por defensa, sinó porque quiero aprender por mí misma y no por lo que los demás me digan. Pero que haga eso no significa que no aprenda de los demás. Soy observadora, y aprendo de los éxitos y errores que veo en los demás. No escucho consejos, pero observo y aprendo de los errores y éxitos de los demás. Sí, eso es. Hechos, no palabras.
Supongo que muchos dirían que esta es una de mis tantas sombras. Pero no me siento incómoda con ella. La conozco, la acepto, por lo que no me supone ningún bache en mi aprendizaje. Cada cuál usa sus métodos de aprendizaje. Libros, conferencias, hacer lo que le dicen... yo simplemente acepto aprender desde mi propia experiencia.
Soy de las que aprende por sí misma y después, con el tiempo, al leer ciertos libros o ver ciertas conferencias o documentales me doy cuenta que es así, que lo que he aprendido es eso que explican esos libros, esas personas. Pero mi cuerpo, mi mente, no acepta escucharlos si antes no los he vivido por mi misma. Algunos dirían "qué tonta que es!" si leyera esos libros y escuchara más avanzaría más rápido y seguro erraría menos. Peeeero, para qué sirve avanzar rápido si los aprendizajes no se interiorizan como se deben. Y soy de las que cree que no hay mejor manera para sacar el máximo de jugo de una lección que...vivirla. Leo libros, escucho conferencias, más que para aprender, para confirmar si lo que he aprendido y vivido es así o no.
Y aquí estoy de nuevo, escribiendo a boca jarro, sin ánimo de escribir grandes textos perfectamente ordenados y literalmente correctos. Escribiendo a bocajarro, que es como siempre me he sentido mejor.
Ya sabéis, soys libres de darme consejos, que los escuche... ya es otra historia jajaja.
Buenas tardes verdecill@s, buenas tarde verdecilla@.