Hoy voy a hablar de mi muerte. Sí, has leído bien, mi muerte. Fuerte, no? No sé si es porque ultimamente está acechando a mi alrededor, pero la cuestión es que me venía de gusto hablar hoy de este tema. Tranquilos, estoy muy bien, no tengo intención de morirme y sigo con las mismas ganas de siempre de dar caña en esta vida. Sí, ya sé, el otro día escribí sobre cuentos de hadas, ilusión y fantasía y hoy de golpe...zas...la muerte. No intentéis encontrarme sentido, simplemente, así soy yo, suelo ir dando tumbos sin ton ni son, hoy cal y el próximo día arena. Espontaneidad supongo. Dejo ir, lo que me sale en cada momento, y ya está. Debe ser por todo esto que me suelen llamar algo así como "rarita", "inesperada", "kinder sorpresa", "loca"...pero bueno, también puedo pensar yo que los locos son los demás, no? además tampoco está tan mal ser un poco loca, esta vida hace falta vivirla a veces con un toque de locura, sobretodo si quieres cambiar cosas. A lo mejor debe ser por lo desconcertante que puedo llegar a ser que no he conseguido nunca tener a mi lado a alguien que me entienda totalmente, que comprenda mis inquietudes, que comprenda que el echo de que tenga inquietudes diferentes a las de la mayoría de personas éso no es nada malo, ni loco. No he encontrado a nadie aún con el que sea capaz de poder hablar tanto de cuentos de hadas como de la muerte. Y si alguna vez he creído encontrar esa persona, no sé por qué, siempre ha acabado alejándose de mi (sin ir más lejos me está pasando ahora con una persona que hace unos meses conocí en internet). No entienden como soy, dicen que no entienden por qué siempre me da por ir a favor de las causas perdidas, o de preocuparme por cosas que para los demás son insignificantes o sobre cosas por las que normalmente las personas pasan. Que pierdo el tiempo dicen. Yo siempre les digo que cada cual tiene su opinión y decide como gastar su tiempo y sus neuronas y que yo sólo intento, muy humildemente, estar de parte de aquello que yo creo que es más justo (aunque eso no quiere decir que muchas veces esté equivocada, claro está). Lo siento si os molesta, pero es que siempre tengo en la punta de la lengua preguntas que hacer. Siento que no tengo suficiente con quedarme sentadita, calladita y siguiendo el rol autómata que nos quieren imponer en esta vida. Siempre noto que necesito algo más. Inconformista también me dicen. Pero es que me niego a darlo todo por echo, aunque sepa que todo ésto es casi una batalla perdida hoy en día. Pero bueno, ahora no me voy a ir más por las ramas sobre este tema, que hoy he venido a hablar de la muerte, mi muerte.
Sé que esta palabra, muerte, seguro te incomode, no te guste y que seas también de los que intentas esquivar hablar de ella. Porque no nos engañemos, a nadie nos gusta. Sí, nos causa dolor, tristeza, lloros. Pero que no nos guste, que no hablemos de ella, no hará que desaparezca. La muerte es algo inevitable, algo que tarde o temprano, queramos o no todos nos tendremos que enfrentar. Igual que la vida, la muerte forma parte de todos nosotros. Yo lo acepto y nunca entenderé como hoy en día siguen habiendo temas tabú: sexo, drogas, muerte...
Desde hace algunos años yo no le temo a la muerte, no tengo miedo a morir. Temo a una muerte agonizante, pero no a la muerte en sí. A la muerte no le temo, pero la respeto. Y ese respeto es el que hace que no sea una suicida.
Y si me muero? primero de todo quiero que me quiten todo órgano que pueda serle útil a otras personas para sanarles o salvarles la vida. No creo en el más allá y si existiera dudo que tele-transportáramos nuestro cuerpo tal y como lo conocemos aquí. El solo echo de pensar en lo que a mi me gustaría que alguien donara un órgano para poder salvar a alguno de mis seres queridos o incluso a mi misma, hace que esté ahora mismo rellenando unos formularios para hacerme donante de órganos. Sí, quiero dejarlo por escrito ya que no hay manera que consiga tener una conversación sobre mi muerte con la gente más cercana de mi alrededor. No quieren ni que empiece a hablar de ello porque se les pone mal cuerpo. Pero yo no sé si moriré hoy, o mañana o dentro de 50 años, así que prefiero dejar las cosas claras antes de que llegue ese momento.
Bien, pues una vez aprovechados los órganos deseo que me incineren. Si muero estando mis padres aún vivos, quiero que me guarden en una urna en el cementerio para que me puedan ir a visitar. A ellos no les gusta lo de la incineración y siempre dicen que ellos siempre quieren tener un lugar a donde poder ir a visitar a sus seres queridos. Y por una vez, les haré caso, y les concederé este deseo. Eso sí, una vez mis padres mueran quiero que mi polvo revolotee por algún sitio, en libertad. El lugar? pues la verdad que aún no lo sé. Igual en aquel rincón de la playa donde veo volar gaviotas...
Uff, releyendo ahora todo lo que he escrito me he dado cuenta de tres cosas:
1. jopainas como me he enrollado, seguro que en algún párrafo ya te has perdido
2. he venido a hablar de la muerte y como siempre, me he acabado liando hablando también de otras cosas. Ains, es lo que tiene teclear conforme sale.
3. Igual te he parecido demasiado frívola. Pero os aseguro que aunque a veces pueda parecer por fuera fría como un témpano de hielo, por dentro me hierve la sangre.
Una cosa antes de acabar, y tú que piensas, crees que también se me va la olla por hablar de este tema?
Sé que esta palabra, muerte, seguro te incomode, no te guste y que seas también de los que intentas esquivar hablar de ella. Porque no nos engañemos, a nadie nos gusta. Sí, nos causa dolor, tristeza, lloros. Pero que no nos guste, que no hablemos de ella, no hará que desaparezca. La muerte es algo inevitable, algo que tarde o temprano, queramos o no todos nos tendremos que enfrentar. Igual que la vida, la muerte forma parte de todos nosotros. Yo lo acepto y nunca entenderé como hoy en día siguen habiendo temas tabú: sexo, drogas, muerte...
Desde hace algunos años yo no le temo a la muerte, no tengo miedo a morir. Temo a una muerte agonizante, pero no a la muerte en sí. A la muerte no le temo, pero la respeto. Y ese respeto es el que hace que no sea una suicida.
Y si me muero? primero de todo quiero que me quiten todo órgano que pueda serle útil a otras personas para sanarles o salvarles la vida. No creo en el más allá y si existiera dudo que tele-transportáramos nuestro cuerpo tal y como lo conocemos aquí. El solo echo de pensar en lo que a mi me gustaría que alguien donara un órgano para poder salvar a alguno de mis seres queridos o incluso a mi misma, hace que esté ahora mismo rellenando unos formularios para hacerme donante de órganos. Sí, quiero dejarlo por escrito ya que no hay manera que consiga tener una conversación sobre mi muerte con la gente más cercana de mi alrededor. No quieren ni que empiece a hablar de ello porque se les pone mal cuerpo. Pero yo no sé si moriré hoy, o mañana o dentro de 50 años, así que prefiero dejar las cosas claras antes de que llegue ese momento.
Bien, pues una vez aprovechados los órganos deseo que me incineren. Si muero estando mis padres aún vivos, quiero que me guarden en una urna en el cementerio para que me puedan ir a visitar. A ellos no les gusta lo de la incineración y siempre dicen que ellos siempre quieren tener un lugar a donde poder ir a visitar a sus seres queridos. Y por una vez, les haré caso, y les concederé este deseo. Eso sí, una vez mis padres mueran quiero que mi polvo revolotee por algún sitio, en libertad. El lugar? pues la verdad que aún no lo sé. Igual en aquel rincón de la playa donde veo volar gaviotas...
Uff, releyendo ahora todo lo que he escrito me he dado cuenta de tres cosas:
1. jopainas como me he enrollado, seguro que en algún párrafo ya te has perdido
2. he venido a hablar de la muerte y como siempre, me he acabado liando hablando también de otras cosas. Ains, es lo que tiene teclear conforme sale.
3. Igual te he parecido demasiado frívola. Pero os aseguro que aunque a veces pueda parecer por fuera fría como un témpano de hielo, por dentro me hierve la sangre.
Una cosa antes de acabar, y tú que piensas, crees que también se me va la olla por hablar de este tema?
"El hombre débil teme la muerte, el desgraciado la llama, el valentón la provoca y el hombre sensato la espera" (Franklin)
"Si no existiera la muerte muchas cosas de esta vida no tendrían el mismo sentido" (cosecha propia)
"Si no existiera la muerte muchas cosas de esta vida no tendrían el mismo sentido" (cosecha propia)
Epale!
ResponderEliminarAnda la de trabajo que tengo atrasado de leer!!
Sigue así. La muerte es uno mas de esos muchos de los miedos y deseos que hoy en dia nos quieren inculcar.
El quitarla de enmedio ayuda a que no pensemos en lo que representa y en que aprovechemos nuestra vida para hacer de ella y del mundo lo que queremos cada dia. Quitar de la conciencia ese límite permite que muchos puedan (o podamos) desaprovechar gran parte de nuestro tiempo con las ... que les conviene.
En fins, un saludo guapetona!
Recuerda que quizás la Muerte no sea más que esa Dama vestida de seda y encaje cuyo encanto se hace tan irresistible que siempre acabamos seducidos por su Sueño de Paz Eterna...Sí, soy yo, el de las Señales, jeje;)
ResponderEliminarComo siempre Popi, aunque me cueste admitirlo (jijiji) , también tienes mucha razón. Un besazo guapetón.
ResponderEliminarSí, David, te reconocí ;) tu forma de escribir ya te delata conmigo ;)
ResponderEliminarSobre la muerte, de momento a mi no me atrae...aún prefiero los Sueños de la Vida a Dormir la paz Eterna. Un abrazote ;)
Ni a mí, Silvia. Prefiero ver a Damas de carne y hueso que a las espectrales. Es que, mira por donde, las espectrales como que no las veo bien...:pp
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