El contraste entre el gélido invierno y tu calidez es lo que me hace sentir con fuerzas y ánimos. Esa calidez en forma de arropadores abrazos, indiscretos besos y insinuantes palabras.
No olvidemos nunca la auténtica razón por la que hoy estamos los dos aquí. Nunca más volvamos a silenciar un amor que desde hace tiempo callábamos desgarrándonos el alma y el corazón.
Al final hemos llegado hasta aquí, sea cuál fuese el camino. Y a partir de ahora, ante cualquier adversidad, igual que el agua siempre encuentra un camino de salida, nosotros también lo haremos.
Shhhhh, no preguntes... Te amo, y punto.
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