15 de agosto de 2018

El rompecabezas del Amor



Hubo un día en el que tu alma, tu corazón, tu cabeza, ya no resistían más y dejaste salir todo lo que habías sentido e igual todavía hoy sientes por mí.

A menudo, con toda la buena intención del mundo, nos mordemos las palabras a sabiendas que eso acabará devorándonos el corazón, y hasta buena parte de nuestra existencia. Pero supongo que eso significa amar, amar en mayúsculas, pensar más en el otro que en uno mismo, dar sin esperar recibir nada a cambio. Porque el amor es siempre generoso. Pero, a veces, qué duro es eso. Sobre todo cuando tu vida se llena de sueños que igual nunca se podrán cumplir, pero sobrevives a ello con el simple pensamiento que esa otra persona está ahí, que existe, que siente lo mismo que tú, que es real y que su simple existencia te crea un huracán de emociones que bien llevadas te hará llegar a ser incluso mejor persona. Llegas a amar tanto y tanto a esa persona que acabas creyendo lo que nunca hubieses creído creer, llegas a sentir lo que nunca antes sentiste, llegas a hacer cosas en contra de tu más estricta ética y moralidad y llegas a pensar más en esa persona que minutos tiene el día.

Supongo que de pequeños entendemos el Amor como algo más sencillo, en el simple me gusta y disfruto de ello y de este instante, da igual cómo, cuándo o lo que dure. Con los años ese me gusta se transforma en un te quiero, muchas veces malentendiéndolo como una posesión y a cierta edad acabas entendiendo que el amar va de unos sentimientos tan y tan grandes que hace que puedas llegar a pensar y a actuar de una manera que nunca antes hubieses creído llegar a hacerlo. Llegas a disfrutar con ese simple sentimiento, sin posesión, por desgracia, demasiado a menudo, con demasiados impedimentos auto-impuestos, pero con una fuerza capaz de romper todo aquello que construiste hasta el día de ayer. El amor es capaz de darle la vuelta a tu vida y si no lo crees es porque todavía no lo has vivido.

Hoy en día parece fácil conseguir sexo, pero el amor parece que tengamos que ir a buscarlo a otra Galaxia, y cuando lo tenemos, las circunstancias del momento y del lugar, o de la otra persona, o puede que la mezcla de absurdidades de esta vida, te crean un muro. A veces es como si el espacio y el tiempo se pusieran en contra que dos personas puedan simplemente amarse con locura y sin ataduras, sin tanto sentido de responsabilidad. Pero supongo que soy humana, que tú y yo somos humanos, y como tales, erramos y demasiadas veces nos convertimos en seres absurdos.

Igual algún día mi alma, mi corazón, mi cabeza, tampoco resistan más y dejaré brotar todo lo que he sentido y siento por ti. Pero es que me falta una pieza. Tengo la sensación que me falta una pieza del puzle, de tu puzle, esa pieza que lo haría encajar todo. Una pieza que me está volviendo loca. La pieza que me hará entenderlo todo, que me hará saber quién eres. Y quizás, cuando encuentre esa pieza, las cosas cambien… 

Hay tantas formas de expresar el amor como personas hay en este mundo y sé que a menudo las mías no son las que más te gustarían. Pero gracias, gracias por tu paciencia, gracias por haberme enseñado lo que es amar de verdad, amar de corazón, amar con el alma. Gracias por haber compartido conmigo tus sentimientos. Gracias por haberme enseñado otro significado de amar que antes no había conocido. Gracias por amarme. Simplemente por eso, por todo esto, siempre te estaré agradecida y seguramente, siempre, yo también te amaré.
 
Estés donde estés…cuídate.






Caminos



Cuando estás en el lugar dónde toca, dónde estás a gusto, tanto da qué camino seguir, cualquier alternativa que se te presenta suena fabulosa.

¿Derecha o izquierda? Qué más da, ambos senderos me gustan.

Recorriendo caminos, haciendo caminos.

13 de agosto de 2018

De roturas



- "No pasa nada, es sólo una cosa, un juguete. Debería importarte si fuera una persona, esas, si se rompen, sí que cuesta mucho arreglarlas".



9 de agosto de 2018

De políticos lumbreras, cremas engañosas y medusas


Entras en la cafetería, coges el periódico, te sientas a tomar un café y te encuentras con esto:

Para empezar, el mar es el hábitat natural de las medusas. Así que, si aún caso, somos nosotros los que invadimos su espacio y quienes las amargamos, a ellas y a todo bicho viviente que haya decidido hospedarse en nuestras costas (erizos, rayas, estrellas…), sólo hay que ver a la gente pisoteando las rocas sin el menor cuidado y cazando fauna marina por divertimento.

Por mi profesión estoy en contacto con científicos e investigadores nacionales e internacionales de varios ámbitos, entre ellos, el marino. Una de las cosas que siempre decimos cuando hablamos de este tema es que en un futuro, y no muy lejano, “nuestros mares serán o mares de plástico o mares de gelatina”. Lo de gelatina, como es obvio, va por las medusas. Ante todo, ellas NO son las culpables que la biodiversidad de nuestros mares acabe transformándose en mares de medusas. Los culpables somos NOSOTROS. Acabamos con sus depredadores naturales (tortugas, peces luna…), construimos y construimos espigones, acuicultura, y un largo etcétera que está haciendo posible la proliferación de todas las especies de medusas del planeta. Así que, venga, id eligiendo, abro encuesta:


Qué preferís: ¿un mar de plástico o un mar de gelatina?
(porque eso de cambiar nuestro comportamiento y modo de vida ¿cómo que no, no?


Después de un sorbo de café continuo leyendo el artículo el cuál acaba con la gran idea que tienen muchos ayuntamientos: cazar medusas.

¡Deben tener complejo de Bob Esponja!





¡Qué gran idea! En vez de preocuparnos por el motivo que provoca tal proliferación de medusas y atacarlo, vamos a acabar con la consecuencias y vayamos a cazarlas. Gran, gran y gran error. Leyendo este artículo, tengo claro que este año no voy a bañarme a Algeciras, no porque haya medusas sino por el hecho de pescarlas, ya que eso provoca algo peor, que es que se rompan a trozos y entonces llegan sus trocitos, pequeñitos, invisibles a nuestra vista, a nuestra querida playa. Y entonces salimos con picaduras sin saber de qué se trata. El mismo efecto causan las piscinas anti-medusas.

Escuchad bien, primera norma: dónde mejor están las medusas es en el agua. Si vas a una playa y ves una medusa, puedes esquivarla o decidir si quieres seguir bañándote allí o no. Pero si lo que hay son trocitos minúsculos que no puedes ver, simplemente saldrás lleno de picaduras sin saber ni de qué se trata y… por lo tanto, seguramente usarás un tratamiento erróneo ante estas picaduras (como ducharte en la ducha de la playa, lo que, lo agravará).

Dejemos a un lado nuestra irresponsabilidad como humanos ante nuestro entorno y a los lumbreras de políticos que en vez de escuchar a los científicos escuchan a sus bolsillos y a las encuestas de voto, y adentrémonos un poco en el tema de las empresas sabelotodo y sus cremas anti-medusas.

Escuchadme también bien: aquí, en España, no existe ninguna crema anti-medusas demostrada científicamente. Están añadiendo principios a nuestras cremas solares que se usan en Australia u otros mares donde las especies de medusas son diferentes. Por lo tanto, esos principios activos, muchas veces no funcionan contra las medusas que tenemos aquí. Precisamente estas cremas no tienen resultados claros aún ante las dos especies urticantes más comunes de nuestras costas, la Pelagia noctiluca y el Rhizostoma pulmo.

Pensad que cada especie de medusa, además de tener varios tipos de células urticantes, éstas pueden variar entre especies, ya sea en proporción y distribución, por lo que un compuesto que pueda activar, ser neutro o inhibir la “picadura” en una especie, en otra podría hacer totalmente lo contrario, por lo que para poder encontrar cremas preventivas y tratamientos deben hacerse pruebas de forma específica para cada especie de la zona.

Así que no os fieis de esas cremas y os metáis en una playa con medusas tan tranquilamente pensando que no te puede pasar nada. El único remedio anti-medusas que funciona es una barrera física (tipo traje neopreno) o una crema solar espesa, de esas que te dejan una capa gruesa de potingue. Las cremas anti-medusas tienen el mismo efecto que ponerte un buen grueso de cualquier otra crema. Así que no te enreden.

Y para acabar, estoy harta que los medios de comunicación se dediquen a llenar páginas y horas de telediarios a base de alarmar a la gente con las medusas. Si el personal está de vacaciones y no tienen noticias, mejor que callen o hablen de la sexualidad de los marsupiales.

Y de momento, por hoy aquí lo dejo. Otro día os escribiré un poquito más sobre este fascinante ser que es la medusa.








8 de agosto de 2018

Despegar



Nunca podrás volver a volar sino te alejas de aquellos que te arrancan las plumas.

No necesitas que nadie te regale unas nuevas alas, simplemente poder desplegar las que ya tienes una vez las sanes y las alejes de aquellos que sólo se dedican a arrancar sus plumas una a una.

Y yo te ayudaré, si quieres, a desplegarlas...porque el despegar es mucho más difícil que mantener el vuelo. Pero una vez lo consigas, sigue a tu intuición porque esa intuición es como esas corrientes que siguen las aves. Si las sigues, el vuelo se hace fácil. Si intentas confrontarte, gastas energía en vano.
 
Así que guíate por tu intuición. Cree en ella.  Sigue tu corriente, la única que te permitirá sobrevolar la vida a tu aire, siempre en alza y con esa sensación de libertad al sentir que el viento, que el aire de la vida, refresca y acaricia tu cara mientras vuelas.

Porque si sólo tenemos una vida se trata de volar en libertad y aprovechar las alas que a cada uno de nosotros les fue dadas.



1 de agosto de 2018

La vida, un juego

¿Qué es la vida? 

Quizás sea el resultado, entre un abanico de múltiples probabilidades, de un juego, que ni tan sólo nosotros hemos elegido ni consentido, donde cada uno tenemos las cartas con las que lleguemos a este mundo, y no podemos cambiarlas ni deshacernos de ellas a lo largo de toda la partida. Unas cartas que nos fueron dadas aleatoriamente o, quizás, ya vinieron marcadas.

Aún así, aunque fuera así, somos nosotros quienes día a día jugamos esas cartas, y el resultado de la partida también depende de ti. 

A veces me gusta pensar un poco más allá de lo que hasta ahora he conocido... por eso a cada paso, nuevos cruces, nuevos caminos. Por eso cuánta razón lo de "cuánto más aprendo, menos sé". No porque no crea en algo, no pienso también en ello. Y vosotr@s, ¿qué pensáis?