Voy al mercado.
El tiquet de la parada de fruta y verdura asciende a 13 euros, justos.
"Oye, que hoy es martes y 13".
Entre risas, "Uy, pues me voy a buscar un número de lotería".
"Eh, que en la parada vendemos un décimo para los clientes más afines".
"Pues dame, dame. Si toca nos vamos a acordar de este día".
Sigo la compra por el mercado.
A punto ya de salir del mercado me atrapa corriendo la dueña de otra de las paradas y me dice "Ten, quería darte hoy ésto". Y me regala un trébol de 4 hojas.
Llego a casa, miro el décimo que he comprado y... ohh, acaba en 7...mi número favorito, ¡mi número!
¿Señales o casualidades?
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