La paciencia es como un chicle que se masca y se masca dentro de la boca hasta que un día pierde todo su sabor y la escupes.
Cargar con tus errores, tus responsabilidades, tu mal humor, tus idas y venidas, es coherente. Cargar con las de los demás, no.
Señoras y señores, me preocupa mi culo y el de dos o tres personas más, así que los demás, pueden irse al carajo si vosotros no me tenéis en consideración, más que para ser vuestro pañuelo o vuestro rato de diversión.
No olvidemos nunca que el amor tiene límites, el respeto a uno mismo y al otro, y de lo primero tengo mucho.
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