"Hablemos para no oírnos
Bebamos para no vernos
Y hablando pasan los días
Que nos quedan para irnos.
Que nos quedan para irnos.
Malditza dulzura la nuestra."
A veces te enamoras de alguien con un corazón hecho cenizas y con miedo a caer al intentar volar otra vez. Pero por mucho que duela, todavía le quieres.
Cansada ya de tantas historias lo único que quieres es que levante la vista y te vuelva a mirar. Pero el tiempo no es infinito, es fugaz y una no puede esperar eternamente.
El estar con aquella persona te hace pasar el tiempo tan i tan rápido, que notas que se te escapa entre los dedos.
Soys dos personas que se aman, que se cuentan más con lo que no se dicen que con lo que se dicen. Pero ahí están, dejando pasar los minutos, las horas, los días... deseando poder estar juntos y poder disfrutar de esa maldita dulzura.
No olvidemos: la vida es fugaz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario