22 de marzo de 2025

Desde fuera, desde dentro

 


En un mundo donde cada vez está más de moda aquello del autoconocimiento, es fácil caer en la trampa de pensar que la introspección es la única vía para descubrir quién somos realmente.

Pero siempre he creído que el verdadero autoconocimiento no se consigue solo mirando para adentro, sino que también es esencial entender y conectar con el entorno y las personas que nos rodean.

Porque a medida que interactuamos con nuestro entorno, experimentamos emociones, pensamientos y reacciones que nos ayudan a entender nuestros valores, intereses y miedos. Esta interacción constante con el mundo exterior es una fuente inestimable de descubrimiento personal.

Por ejemplo, la conexión que puedes sentir al observar la naturaleza durante una excursión a la montaña te puede hacer cuestionar tu lugar en el mundo y tu relación con el medio ambiente. 

Las relaciones con las personas también juegan un papel crucial en nuestro autoconocimiento. A través de ellas, aprendemos sobre nuestras fortalezas, debilidades y la manera en que nos relacionamos con los otros. Cada interacción es una oportunidad para ¡reflexionar y crecer!.

Siempre he creído que limitarnos únicamente a la introspección puede llevarnos a tener una visión parcial, limitada e incompleta de nuestra identidad. Y que es precisamente en la intersección de nuestro mundo interno y externo donde encontramos la verdadera comprensión de quién somos. La introspección es importante, pero es al mirar hacia fuera y conectar con nuestro entorno que realmente conseguimos una comprensión integral y enriquecedora de nosotros mismos.

Conocer lo que nos rodea y las personas que nos rodean nos ayuda a conocernos mejor a nosotros mismos. No nos cerremos solo en nuestro mundo interior. Abramos la mirada hacia el mundo exterior, porque es en esta conexión donde encontraremos la verdadera esencia de quién somos.

¿De dentro hacia afuera? y por qué no, ¿de fuera hacia dentro?

.

.

.

21 de marzo de 2025

Sueños al viento

 


Al cerrar los ojos y soplar estas delicadas semillas de diente de león, las envío hacia un viaje incierto.

Cada una de ellas lleva consigo un trocito de mis sueños, deseos y aspiraciones. Ver como flotan libremente en el viento me recuerda todas las posibilidades y el inmenso potencial que reside en cada uno de nosotros.

En este instante de fragilidad y belleza, el vuelo de estas semillas me recuerda que es precisamente la incertidumbre del viaje, lleno de posibilidades, lo que me inspira a soñar y a dejar florecer estos sueños que trazarán el camino hacia mis propias aspiraciones. 

.

.

10 de marzo de 2025

Chasquido

 
A veces, todo lo que necesitamos es un chasquido. Un instante, una milésima de segundo, que lo cambia todo. No lo esperas, ni lo ves venir, ocurre, cuando menos lo piensas. Así, de golpe. Al igual que el chasquido de Thanos en el universo de Marvel, que transformó la realidad en un abrir y cerrar de ojos, ese chasquido en nuestra mente puede tener un efecto similar. No desintegra nada, sino que aclara todo. Es como si un algoritmo en nuestro cerebro, que hemos estado tejiendo y complicando con el tiempo, de repente nos revelara su resultado final. Y en ese preciso momento, todo cobra sentido, todo cambia, se muestra el resultado y todo se vuelve más fácil.

En un chasquido.
.
.

5 de marzo de 2025

La tonta

 


Su presencia iluminaba cualquier lugar al que iba. Siempre vestía con colores vivos, como si fuera un arco iris ambulante, y su risa alegre resonaba en el aire como el canto de un mirlo. 

A menudo, la veían correr por el bosque, persiguiendo mariposas que parecían sentirse atraídas por su entusiasmo infantil. 

Tenía un don especial: sabía que a veces la gente la subestimaba, creyendo que era tonta por sus ocurrencias y su forma despreocupada de ver la vida. Sin embargo, era astuta y perspicaz. Sabía cuándo era mejor hacerse la tonta para evitar problemas, ver cómo reaccionan los demás ante determinadas situaciones o para sorprender  con su sabiduría oculta.


"A veces parezco tonta, pero otras veces solo me hago la tonta".


No todos aprendían a no juzgarla por su apariencia alegre y despreocupada, ni descubrían que, tras su fachada de niña traviesa y colorida, había una mente ágil y un corazón valiente. 

Aún sigue corriendo tras mariposas y vistiendo colores vivos, recordando siempre que, a veces, es mejor dejar que los demás te subestimen para luego sorprenderlos con tu verdadera esencia o, simplemente, para evitar que se acerquen aquellos que no valoran tu presencia.

A veces, no mostrar todo tu potencial desde un principio te permite poder disfrutar en libertad de ser tú misma sin la presión de cumplir con lo que otros esperan de ti.
Lo importante no es mostrar lo que Eres, sinó saber tú quién Eres.
.
.

3 de marzo de 2025

Guardar



Para ella, guardar algo significaba protegerlo, mantenerlo a salvo, resguardarlo del exterior, como un abrigo dentro del armario. Durante mucho de tiempo, le gustó guardar cosas, pensando que en unos meses, días u horas, se convertiría en aquello que había guardado. Creyendo que algún día aquellas cosas tendrían un significado o utilidad en su vida. 

Por ejemplo, aquel libro que guardaba en aquella estantería, que lo guardaba porque se veía leyéndolo bajo la sombra de un árbol en la montaña, disfrutando de un atardecer de verano. 

Sin embargo, un día comprendió que guardar cosas que no usaba solo la estancaba. Y ella, de vez en cuando, se guardaba, o le gustaba guardarse, y quedaba estancada. Fue entonces cuando decidió dejar de guardar y quedarse únicamente con aquellas cosas que la definían en el presente, y así, empezó y aprendió a vaciarse. 

Pero esta parte no le resulta fácil, y por eso, todavía se siente tentada a guardarse. Y aquí está, buscando el equilibrio entre proteger lo que aprecia y liberarse de lo que ya no necesita. Entre el deseo de proteger y la necesidad de soltar. Ni guardar tanto ni exponer todo. Difícil equilibrio, pero necesario, porque guardarse puede ser un buen refugio, pero también convertirse en una carga.
.

.