3 de marzo de 2025

Guardar



Para ella, guardar algo significaba protegerlo, mantenerlo a salvo, resguardarlo del exterior, como un abrigo dentro del armario. Durante mucho de tiempo, le gustó guardar cosas, pensando que en unos meses, días u horas, se convertiría en aquello que había guardado. Creyendo que algún día aquellas cosas tendrían un significado o utilidad en su vida. 

Por ejemplo, aquel libro que guardaba en aquella estantería, que lo guardaba porque se veía leyéndolo bajo la sombra de un árbol en la montaña, disfrutando de un atardecer de verano. 

Sin embargo, un día comprendió que guardar cosas que no usaba solo la estancaba. Y ella, de vez en cuando, se guardaba, o le gustaba guardarse, y quedaba estancada. Fue entonces cuando decidió dejar de guardar y quedarse únicamente con aquellas cosas que la definían en el presente, y así, empezó y aprendió a vaciarse. 

Pero esta parte no le resulta fácil, y por eso, todavía se siente tentada a guardarse. Y aquí está, buscando el equilibrio entre proteger lo que aprecia y liberarse de lo que ya no necesita. Entre el deseo de proteger y la necesidad de soltar. Ni guardar tanto ni exponer todo. Difícil equilibrio, pero necesario, porque guardarse puede ser un buen refugio, pero también convertirse en una carga.
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