Todo lo que fui en el 2009

Durante este último año he ido escribiendo en este blog una buena parte de todo aquello que me ha ido acompañando durante el 2009. Buenos y amargos momentos, risas y llantos, tensión y decepción, rabia y tranquilidad, pensamientos... Y como tengo una cabeza algo olvidadiza y despistada, por una vez me ha parecido que podría ser interesante aprovechar que este año he escrito sobre todo ello para hacer un pequeño experimento: recopilar a través de imágenes y cronológicamente todo lo que he ido escribiendo en este blog. En cada una de esas imágenes se reflejan preguntas que me he planteado, respuestas que he ido encontrando y vivencias, muchas vivencias. Y la verdad, el resultado me ha encantado, pues me ha echo pensar y recordar en todo lo que me ha ido acompañando estos últimos meses. Me ha hecho reflexionar sobre bastantes cosas, reflexiones que espero saber usar para mejorar todos esos puntos débiles que tengo y potenciar más las partes positivas.

Aquí os dejo mi pequeño experimento. Sé que alguno de vosotros sabréis interpretar mucho mejor que otros ciertas imágenes. Y sé que seguramente yo sea la única que sepa verdaderamente lo que guardo detrás de cada una de ellas. Aún así, hoy quiero compartirlo. Aquí tenéis un pedacito de mí: (tiene música)

Y sobre el día 31 de diciembre...mirad, no soy una mujer de las que el día 31 se promete conseguir mil cosas al año siguiente, ni pide deseos escribiéndolos en un papel y quemándolos en una vela justo después de las uvas. Pues nunca creí que para decidirse por conseguir una cosa haya que esperar al día 31. Así que si el próximo enero, febrero o marzo no he conseguido lo que quiero o me va todo mal, me niego rotundamente a vivir derrotada dejando pasar abril, mayo, junio...agosto...octubre...esperando desesperadamente que llegue el día 31 de diciembre, como si fuera a pasar no sé qué después de las uvas y a partir de ese momento mi suerte cambiara. Como si a partir de ese instante, por arte de magia, el nuevo año fuera capaz de traerme por sí sólo todo aquello que no conseguí, de arreglarme todo aquello que no funcionó y hacerme la mujer más feliz del universo. ¿Qué ilusa sería si pensara así, no? Pues no, para mí los "milagros" los debemos hacer cada uno de nosotros y no esperar a que nos caigan del cielo o que surjan del zumo o la pepita de una uva.

Cualquier momento en nuestra vida es ideal para proponerte algo si estás segura de querer ese algo y les pones todas las garras. Lo demás me parecen excusas para dejar pasar el tiempo. Y el tiempo sí, el tiempo pasa, pero no hace milagros. Por todo ello hoy no os voy a desear un feliz 2010, sinó que consigáis la fuerza necesaria para hacer realidad todos vuestros ansiados "milagros".

PRÓSPEROS MILAGROS