Cada día, un nuevo inicio

Querido amigo, querida amiga

Hoy, primer día del resto de nuestras vidas, te escribo para que alces tu copa conmigo en un optimista brindis por el futuro que hoy comienza.

Tú que como yo, has logrado llegar hasta aquí atravesando, a veces penosamente, el desierto en el que muchas veces se ha transformado nuestras vidas, no decaigas ahora. Muchos imposibles ya hemos logrado.

Lámete las heridas y continúa. No te pares. El Todo y la Nada están ahí mismo, a la vuelta de la esquina, y es cuestión de aptitud, de tesón, esfuerzo y trabajo el lograr uno u otro. No esperes otra cosa. El mañana es de aquel que sale cada mañana a conquistarlo.

El mañana es nuestro y los que llaman al mal tiempo, los que se aprovechan de la oscuridad de las tormentas para poner obstáculos en el camino, los que se quejan de todo y no participan de nada, se ahogarán en las turbias aguas que han convocado y serán olvidados para siempre.

¡Brinda conmigo por el futuro, porque es nuestro!

Porque depende de tí y de mí y de todos los que saludan al Sol cada día del año. Por eso deseo que seamos compañeros en este apasionante viaje que comienza cada día de nuestras vidas. ¿Me acompañas?

Porque cada día empieza un nuevo futuro.

Porque cada día es el inicio del resto de nuestras vidas.