Consumismo y Amor (parte 1)

Antes nos dominaban con los dioses. Ahora, como mucho de nosotros no creemos en esos dioses nos manipulan con dos cosas: el Consumismo y el Amor. 

Consumismo. Hemos pasado de considerar nuestra intimidad como algo intocable a una sociedad donde esa intimidad ahora la exponemos e incluso, vendemos.

Porque ahora lo importante es el personaje y no lo que se escribe. 

Sigo encontrando más "atractivo" el decir las cosas como son, pero parece ser que eso, hoy en día, ya no se lleva. No sea que si lo digo no guste. Y todos queremos gustar. Gustar pasa por delante de todo lo demás. ¡Qué pena! 

La humanidad hace tiempo que se está pudriendo. Mejor dicho, des del minuto cero empezó ya su proceso de putrefacción. ¿Hasta dónde seremos capaces de llegar? No sé si decir que me da miedo conocerlo, o asco o decepción. Sí, decepción, porque aunque diga todo esto, sigo creyendo en los cambios, porque por muy pequeños que sean, los pequeños cambios también son poderosos. Sí, más lentos, y hoy en día, dónde prima y se adora la immediatez y la rapidez, no creo que se tenga la suficiente paciencia para "creer" que esos pequeños cambios pueden llegar a dar un fruto maduro y delicioso dentro de un tiempo. Sí, porque lo que se pudre también acaba siendo abono.

Sigo escribiendo para plasmar mis ideas, mis reflexiones, mis vivencias, mis creaciones (aunque sean nefastas). Sigo escribiendo para recordar, para hacerme autocrítica e incluso para conocerme algo más. Y sigue dándome igual que no me lea ni un alma. Quiero seguir escribiendo las cosas como las veo, como son, como las siento en cada momento, y no como igual les gustaría leer a la gran mayoría. Porque para mi lo que se "escribe" sigue siendo mucho más importante que el "personaje".

Hoy os he hablado del Consumismo, uno de los muchos tipos de consumismo que nos consume. Otro día os hablaré del Amor.