Te han roto aquello más preciado para ti. Aquello que siempre cautelosamente escondes y guardas. Aquello tan frágil y a la vez tan grande. Te han roto el Corazón.
Llora. Moja la almohada y refúgiate unos días dentro de tu caparazón. Pero después recoge sus trocitos, límpialos y vuélvelos a sembrar en tu camino para que puedan volver a nacer bellas flores.
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