En las sombras de tu tristeza y tormento, cuando el peso del mundo parece insostenible y tus lágrimas se mezclan con la lluvia, recuerda que mi amor es eterno, tan profundo como la oscuridad de la noche. Cuando necesites amor y afecto, y cada paso que des parezca dirigido al abismo, cierra los ojos y siente el calor de mi presencia envolverte como un manto de terciopelo negro.
En esos momentos en que el cielo se oscurece, cubriéndose de nubes grises y opresivas, y el frío viento del norte sopla con furia incontrolable, piensa en mí. Soy el refugio en medio de la tormenta, el faro en la penumbra que te guía hacia la calma. Soy la llama encendida en la oscuridad que nunca se apaga, siempre velando por ti.
Mi amor es inmortal, un juramento sellado con sangre y pasión. No importa cuán difícil sea el camino, siempre estaré a tu lado, protegiéndote de las sombras y ofreciendo el consuelo que solo un amor eterno puede brindar. Cuando todo parezca perdido, recuerda que mi amor trasciende el tiempo y el espacio, y que siempre podrás encontrar refugio en mis brazos.
Cierra los ojos y piensa en mí, y sentirás que el mundo recupera su luz, que las nubes se disipan y el sol vuelve a brillar. Porque en nuestro amor gótico y eterno, encontrarás la fuerza para superar cualquier obstáculo y la paz que solo el verdadero amor puede otorgar.
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