30 de octubre de 2009

Extremismo


Siempre he pensado que es bueno tantear los extremos, pero nunca quedarse anclado en ellos.

Y por qué creo así?

Como es normal, cada uno de nosotros tenderá hacia uno u otro extremo, hacia una u otra postura en cada una de las cosas de este mundo. Y cada uno querrá defender sus posturas. Hasta ahí, perfecto. Pero hay que andar con cuidado de no arrimarnos al final de la cuerda y quedarnos enganchados.

Los extremos tienen como un maleficio en el que nos ciegan, nos aislan de la resta del mundo. Nos hacen rodear de cuatro únicas paredes donde sólo dejamos entrar nuestro YO y todo aquel que es exactamente como YO. Nos separa. Nos divide. Nos va devorando el corazón y haciendo crecer sólo odio. Nos convierten, sin ni siquiera darnos cuenta, en seres intolerantes, irrespetuosos y cerrados. Odiamos a los del otro lado porque los consideramos precisamente éso: intolerantes, irrespetuosos, cerrados y malvados y resulta que sin darnos cuenta nosotros también nos acabamos convirtiendo en uno de ellos. Pero lo que es peor, nos seguimos creyendo diferentes, porque creemos que tenemos la única verdad, que somos Dios. Los extremos acaban creando Dioses en la Tierra y éso es muy peligroso. Dioses, personas tercas, que se hacen los sordos y ciegos ante cualquier cosa que les desmonte sus teorías. Dioses que no admiten correcciones. No admiten pensar que a lo mejor no tienen toda la razón. Llegan a tal punto que incluso no bajan del burro aunque no les asista ni la razón ni la verdad. E incluso llega un momento que ellos mismos no se aplican lo que ellos predican. Pueden predicar eso de nada de ojo por ojo mientras van con una cuchara en la mano. Y lo que es preocupante: ésos ciegos acaban guiando a otros ciegos.

Los diferentes extremos defienden diferentes causas, pero actúan de la misma manera. Porque entre un extremo y otro diferencian los fondos, pero por desgracia no las formas. El extremismo nos venda los ojos. Nos hace ser dictadores. Nos hace querer imponer nuestras verdades a base de "sangre". O éso o nada. O blanco o negro, sin grises.

En un mundo poblado por humanos, humanos todos imperfectos, en un mundo lleno de tantas y tantas ideologías, maneras de entender la vida, es imposible que una única persona sea tan Dios como para poder juzgar, para poder creer que tiene la única verdad, sin antes ni siquiera tener una mínima empatía, sin ponerse en la piel de los demás, incluso de los que considera enemigos. Porque para llegar a soluciones, soluciones verdaderas, hace falta sentarse y hablar también con aquellos que consideramos nuestros enemigos. Hace falta abrir esas cuatro paredes, nos guste o no lo que hay ahí fuera. Y creedme, abriendo esas paredes nos esperan grandes e impensables sorpresas. Para mí, es la única manera de poder acercar diferencias sin violencia e intentar hacer de éste, nuestro hogar, un lugar donde tanto unos como otros nos sentamos algo a gusto. No creo que nunca consigamos hacer de este planeta un lugar donde cada uno de nosotros se sienta 100% bien, y por éso mismo creo en la necesidad de poner todos de nuestra parte para hacer que al menos sea el 50% de lo que cada uno de nosotros anhelamos. Pero claro, para éso, muchos debemos tragarnos nuestro orgullo, nuestra rabia y alguna que otra cosa más y siempre es más fácil meter un petardo al mundo.

Odio, rencor, rabia destructiva, imposiciones...sólo lleva a ello. Sólo llevan a callejones sin salida. Ojalá tuviéramos la fórmula para unir los dos lados de la cuerda y formar un círculo.

Y áquel que sea extremista, seguro que no entiende todo ésto que ahora digo. Porque como he dicho, se creerá Dios y creerá en su única verdad y ni le interesará saber por qué los demás opinan de otra manera.

Y recordad, nadie, absolutamente nadie, es Dios, sólo creemos serlo.



Por éso siempre he pensado que es bueno tantear los extremos, pero nunca quedarse anclado en ellos.

Por eso espero ser siempre lo suficientemente fuerte para que mis ideologías no me acaben desquiciando, arrastrando y enganchándome de por vida a uno de los dos extremos.

Porque quiero seguir viendo,
porque quiero seguir siendo capaz de intentar comprender y dialogar con las diferentes posturas, por poco que me gusten, antes de sacar mis propias conclusiones,
porque quiero seguir creyendo en el Respeto,
porque sin respeto, sin diálogo no son posibles los cambios,
porque quiero escuchar.

TODO EXTREMISMO ACABA DESTRUYENDO LO QUE AFIRMA
(María Sambrano - filósofa)




27 de octubre de 2009

Olores a Feria


Paseo por la devesa de Girona, mi ciudad, mi lugar. Son las fiestas y la devesa está nuevamente ocupada por los feriantes que llenan de luz y de sonido el ambiente haciendo de anzuelos para que los niños piquen y los padres gasten. Se reproducen los escenarios de cada año. Recuerdo mis primeras ferias. Como días antes estaba ya deseosa de que llegaran para poder estrenar la nueva indumentaria de la temporada. Recuerdo esos paseos acompañada de mis padres, tites, titas y primos, con pantalones de pana y el abrigo nuevo. Cuando por primera vez subía a unos de los caballitos de la feria acompañada de mi madre. Recuerdo la primera vez que monté en los auto de choque (los minis, ésos en los que ahora no podría meter ni el tobillo). Recuerdo la primera vez que me atreví a subirme en el látigo (el destroza cervicales le llamamos). Recuerdo la primera vez que subí en una de esas atracciones que te dejan boca a bajo. Y recuerdo esa primera vez en la que ya no quería que mis padres me acompañaran. Mi primera cena de Ferias. Los besos perdidos entre los plataneros. La primera noche de barracas, descubriendo ese olor a hierba y esas ganas de probar que era lo que los demás fumaban con tanto entusiasmo. Recuerdo esas primeras borracheras acabando tirados entre las hojas de los plataneros. Recuerdo como de año en año nos reencontrábamos en las barracas con antiguos compañeros y amigos y como hacíamos pasar el frío con unas buenas cervezas y un explosivo calimocho.

Y ahora vuelvo a ella, de nuevo a la Feria. Y recuerdo como, en el pasado, pisando las hojas de los plataneros emetía, con la respiración, un baf que era el primer aviso de que los días de frío invierno estaban a la vuelta de la esquina.

Y ahora vuelvo a ella, de nuevo a la Feria. Y las cosas parece como si hubieran cambiado. Ahora hace calor. En lugar de abrigo, llevo manga corta. Hay atracciones nuevas, como una parada que se llama Zapatonazo y en la cual tienes un premio si haces caer con un zapatazo una cara de Bush que se desplaza por una cinta. Ahora soy yo la que acompaño a los niños. Ahora son ellos los que piden y yo gasto. Ahora soy yo quienes los lleva de paseo.

Pero yo siento que todo sigue igual. Sigue el gentío discurriendo por las calles. Siguen los gitanos vendiendo castañas. Todavía el de la parada de la esquina se acuerda de cuando trabajábamos juntos y sigue regalándome una paperina de calentitas castañas. Y los boniatos. Y hombres disfrazados que hacen de figurantes en la Casa del Miedo o en el Tren de la Bruja. Y los camellos con sus peluches de premio (ains, qué vicio!). Y el figuras. Como me encanta ese hombre!, que desde una furgoneta vende estatuas falsas como si fueran una ganga y la gente se queda ensimismada, como hechizada con su verborrea y le compra mil y una figuras que cuando lleguen a casa no sabrán donde colocar. Y la noria. Y la parada de los patitos que aún regala esa cámara de fotos que cuando picas sale ese muñecote del centro (quién no ha tenido una de ésas, verdad?). Y sigo reencontrándome con antiguos compañeros y amigos. Y siguen habiendo esos niños que suben por primera vez a los caballitos. Y ese aire que, a Girona, siendo festivo no deja también de ser...melancólico. Ese aire que me pone ciertos sentimientos a flor de piel, difíciles de describir a alguien que no sea de Girona.



Y los fuegos artificiales despedirán de nuevo la Feria, dejando la devesa huérfana durante los oscuros y fríos días de invierno. Pasaremos página sabiendo que al año siguiente volveré deseosa de oler de nuevo ese olor a Feria.






A TODOS LOS GIRONINS, FELICES FIESTAS
BONES FIRES DE SANT NARCÍS!

20 de octubre de 2009

Sedientos


Este verano ha sido caluroso. Las consecuencias en la naturaleza se hacen notar. Voy pedaleando con la bicicleta y veo como los bosques han sufrido la sequía y en los márgenes de los polvorientos caminos algunos árboles, sobretodo los robles, sufren ese estrés hídrico y se están muriendo.

La sequía no sólo ha traído consecuencias a los bosques, sinó también a nuestros grifos. Cortes de agua, concentraciones elevadas de nitratos, arsénico, fluor... La situación además se agravó por el consumo desmesurado de agua, sobretodo de algunos particulares. Llenar y llenar piscinas. Regar y regar césped. Lavar y lavar el coche.

Sí, lo sé. Los lugares como en el que yo vivo tienen un clima mediterraneo donde las sequías son habituales. Aún así, las estadísticas y los científicos nos dicen que los veranos tienden a ser globalmente cada vez más secos y calurosos y que podríamos continuar teniendo problemas en el abastecimiento de agua. Y sí, podemos contruir miles de desaladoras, abrir centenares de pozos, transvasar millones de metros cúbicos de agua de una cuenca a la otra. Tenemos y tendremos tecnología para éso y mucho más. Pero hasta qué límite? y con qué calidad? a base de qué pérdida de calidad ambiental continuaremos haciendo todo éso?. Y qué hay sobre la calidad del agua? cuántos tratamientos tendremos que aprender a desarrollar para poder consumir esa poca agua contaminada?

La falta de agua, en algunos lugares, puede parecer una cuestión local, pero responde a un problema que aparece y aparecerá cada vez más a menudo: la relación hombre - naturaleza. La población humana crece sin freno alguno y estamos explotando hasta al límite nuestros océanos y nuestros bosques, estamos exterminando diariamente especies animales, estamos contaminando sin complejos y estamos agotando los recursos a un ritmo mucho más rápido de lo que necesita la Tierra para recuperarse.

Gastamos más agua de la que tenemos. 1 o 2 litros son los que necesitamos diariamente para vivir, el resto, hasta llegar a los 300-500 litros de media, son sólo para uso de nuestra comodidad y confort. Seremos capaces de aprender a ser más eficientes en el consumo de agua? Seremos capaces algun día de comprender que el agua y todos los demás recursos de la Tierra no están ahí sólo para nuestro antojo? no sé, creo que estaría bien que miraráramos de reojo la expoliación que está sufriendo nuestro planeta y que reflexionáramos sobre el modelo de crecimiento insostenible que estamos desplegando los humanos; tú, yo y todos.

Pero ya llegó de nuevo el otoño. Y con él, algunas lluvias, que nuevamente in extremis consiguen apaciguar la sed de los caminos, de los árboles, de nuestros ríos, de nuestros acuíferos. Y nos olvidamos de la falta de agua de este último verano. Del arsénico, del fluor, de los nitratos. Del mal que hicimos llenando nuestras piscinas. De los litros y litros usados para manenter un césped verde en un lugar de sequía. De las restricciones sufridas.

Y después de la caída de las hojas llegará el frío invierno para después ser relevado nuevamente por una florida primavera que en junio volverá a dar paso a otro caluroso y seco verano. Cogeré nuevamente mi bici y volveré a recorrer esos mismos povorientos caminos, esos márgenes de robles secos. Y nuevamente, sólo nos daremos cuenta de lo insostenible de nuestro consumo de agua cuando nos corten el agua de la ducha.


Quien sabe si estos robles que hoy estoy viendo en el margen del camino no nos avisan ya de los cambios que vendrán

19 de octubre de 2009

¿Eres gusano o escarabajo?


Cuando uno es pequeñito es cuando más influenciable es, tanto por sus padres, su familia, sus amigos, su compañía... Pero la edad, el tiempo, tendría que enseñarnos como en esta vida no hay ni que dejarnos influenciar ni querer influenciar gratuitamente a los demás.

¿Cuántas cosas hemos hecho cada uno de nosotros por qué nos lo dijeron los demás y no porque nosotros verdaderamente quisimos? cuántas cosas hemos hecho por caer bien a los demás? cuántas cosas hemos hecho por no sentirnos rechazados del "grupo"? de cuántas de todas esas cosas nos hemos con el tiempo arrepentido? y cuántas cosas que hemos deseado con fuerza las hemos dejado pasar o las hemos perdido por ello? y de qué nos ha valido? nos ha compensado?

A una cierta edad cada uno de nosotros ya tendríamos que tener una cierta personalidad que nos permitiera tomar nuestras propias decisiones, sin estar influenciadas exclusivamente por nuestro alrededor, sinó sobretodo por nuestros propios principios, nuestras propias opiniones y nuestro propio YO. Ahí radica para mí una de las diferencias básicas entre el que hace y el que sigue un camino. Y vosotros, preferís tragar polvo detrás de los demás o ser el que marca las huellas de su propio camino? preferís seguir arrepintiéndoos de todo lo que estáis dejando de hacer por el qué dirán o ser los únicos dueños de vuestro presente, de vuestro futuro, de vuestra vida? somos capaces de romper ciertas cadenas de nuestro alrededor?

Siempre he creído que las mejores rosas siempre llegan precisamente cuando rompemos esas cadenas que aprisionan nuestras espinas, cadenas que nos atan al viciado bucle de lo que algunos en su día nombraron políticamente correcto en vez de encadenarnos a lo que verdaderamente nos puede hacer feliz y sentirnos a gusto con lo que hacemos, y que no es más que hacer lo que verdaderamente sentimos que queremos.

Como ya os dije una vez, uno de los lugares donde más lecciones he aprendido es detrás de las páginas de los cuentos. Aquí os dejo uno que habla precisamente de todo ésto: del ser o del dejarse ser y de las consecuencias que puede traer el dejarse influenciar.

EL GUSANO Y EL ESCARABAJO

Un gusano y un escarabajo eran amigos y se pasaban charlando largas horas. El escarabajo estaba consciente de que su amigo el gusano era muy limitado en movilidad, tenía visión muy restringida y era muy tranquilo y pasivo comparado con los escarabajos.

El gusano, por su parte, estaba muy consciente de que su amigo el escarabajo venía de otro ambiente, y de que, en comparación con los gusanos de su especie, comía cosas desagradables, era muy acelerado, tenía una imagen grotesca y hablaba con mucha rapidez.

Un día, los compañeros de vida del escarabajo le cuestionaban a éste su amistad con el gusano, preguntándole cómo era posible que caminara tanto para ir al encuentro de un ser tan inferior, un ser tan limitado en sus movimientos y por qué seguía siendo amigo de alguien que ni siquiera le devolvía los saludos efusivos que el escarabajo le hacía desde lejos.

Pero el escarabajo estaba consciente de que, debido a lo limitado de su visión, el gusano muchas veces ni siquiera veía que alguien lo saludaba, y, si acaso llegaba a notarlo, no distinguía si era o no el escarabajo, y por ello no contestaba el saludo.

Sin embargo, el escarabajo calló para no discutir con sus compañeros. Fue tanta la insistencia de los demas escarabajos y tantos sus argumentos cuestionando la amistad que mantenía con el gusano, que el escarabajo decidió poner a prueba esa amistad alejándose del gusano para esperar a que éste lo buscara.

Pasó el tiempo, y un día llegó la noticia de que el gusano estaba muriendo, pues su organismo se había resentido por los esfuerzos que cada día hacía para ir a ver a su amigo el escarabajo y, como no lo conseguía durante toda una jornada diurna, el gusano tenía que devolverse sobre sus pasos para pasar la noche en el refugio de su propia casa.

Al saber esto, el escarabajo, sin escuchar a sus compañeros, decidió ir a ver al gusano. En el camino se cruzó con varios insectos que le contaron de las diarias en infructuosas peripecias del gusano para ir a ver a su amigo el escarabajo y averiguar qué le había pasado.

Le contaron de cómo se exponía día a día para ir a buscarlo, pasando cerca del nido de los pájaros. De cómo sobrevivió al ataque de las hormigas, y así sucesivamente.

Llegó el escarabajo hasta el árbol donde yacía el gusano esperando ya el momento final.
Y al verlo a su lado, el gusano, apenas con un hilo de vida, le dijo al escarabajo cuánto le alegraba ver que se encontrara bien. Sonrió por última vez y se despidió de su amigo sabiendo que nada malo le había pasado a éste.

El escarabajo sintió vergüenza por haber permitido que las opiniones de otros minaran su amistad con el gusano, y sintió dolor por haber perdido las muchas horas de regocijo que las pláticas con su amigo le proporcionaban y, sobre todo, por haberle puesto en una situación que le causó la muerte.

Al final entendió que el gusano, siendo tan diferente, tan limitado y tan distinto de lo que él era, era su amigo, a quien respetaba y quería porque, a pesar de pertenecer a otra especie, le había ofrecido su amistad.

Y así aprendió varias lecciones ese día:

1) La amistad está en ti y no en los demás. Si la cultivas en tu propio ser, encontrarás el gozo del amigo.
2) El tiempo no condiciona las amistades. Tampoco lo hacen las razas ni las limitantes propias o las ajenas.
3) El tiempo y la distancia no son los factores que destruye una amistad. La destruyen las dudas y nuestros temores
4) Cuando pierdes un amigo, una parte de ti se va con él. Las frases, los gestos, los temores, las alegrías, las ilusiones,… todo lo que ambos compartieron en el tiempo, se va con él.

El escarabajo murió poco después. Nunca se le escuchó quejarse de quien mal lo aconsejó, pues fue decisión suya el prestar oídos a las críticas sobre su amigo.

Y tú, ¿aún eres escarabajo o ya eres gusano?


10 de octubre de 2009

Hoy te toca ser feliz

Ayer volví a mi rinconcito, sí, a aquel de las gaviotas, pero esta vez acompañada de un amigo. Y mientras hablábamos y hablábamos yo me iba fijando en el mar, las olas, ese horizonte en el que tanto me gusta perder mi mirada y por supuesto, en un par de gaviotas que estaban posadas en lo alto de unas rocas.

Sabéis una cosa? a veces pienso que en nuestro ajetreo diario, en medio de nuestras desdichas, en medio de tantas y tantas obligaciones que sin darnos cuenta nos vamos imponiendo, obligaciones que si nos paramos a pensar un momento la mayoría no son tales sinó sólo que vamos asumiendo cosas y más cosas en nuestro día a día sin pararnos a pensar ni en lo que estamos haciendo, de si nos gusta o no, de si tenemos otras opciones o no. Pues bien, en medio de todos estos quebraderos de cabeza que o nos vienen o nos creamos, creo que se nos olvida una cosa: ser feliz, volar.

No paro de ver a mi alrededor la gente lamentándose, maldiciento mil y una cosas, quejándose de como va el mundo, de como va su vida...pero están totalmente ciegas a un montón de posibilidades que les pasan rozando por su lado cada día y que podrían darles un montón de pequeños grandes momentos de felicidad, y en cambio no les prestan la más mínima atención. Se enjaulan dentro de esos malestares, de la tristeza. La rabia, la decepción, el conformirmo, el miedo, nos dejan tuertos, y ese parche no nos deja ver ese gran abanico de posibilidades capaces de contrarestar todas esas cosas desagradables que a todos nos pasan en la vida. Una cosquilla, una tarde frente al mar, unos minutos jugando con los niños en el tobogán del parque de la esquina, un cambio de trabajo, un atreverse a declarse a ese hombre que lleva tanto tiempo gustándote, unas risas cuando se te escurre el helado de bola y te gotea encima de la camisa justo antes de una reunión importante,...hay tantas y tantas cosas para poder reir, para poder ser feliz. Entonces, por qué sólo nos fijamos en las que nos hacen infelices?

Es como esa gaviota que está posada en la rama de un árbol y que nunca vuela porque está esperando a que alguien le corte la rama para darse cuenta que puede volar. A qué esperamos para cambiar todo aquello que no nos gusta?. A que venga alguien a cortarnos la rama? a qué estás aferrado que te impide volar? qué es eso de lo que no te puedes soltar? No te lo pienses más y corta la rama y abre las alas, porque solo volando podemos ser felices.

Os dejo una canción que en esos momentos en los que yo también me encierro en la tristeza o la decepción me da alas para volver a volar. Para tí, para mí, para cada uno de nosotros en cada uno de esos momentos en que se nos olvida ser feliz:




Cuando un sueño se te muera
o entre en coma una ilusión,
no lo entierres ni lo llores, resucítalo.

Y jamás des por perdida
la partida, cree en ti.
y aunque duelan, las heridas curarán.

Hoy el día ha venido a buscarte
y la vida huele a besos de jazmín,
la mañana esta recién bañada,
el Sol la ha traído a invitarte a vivir.

Y verás que tú puedes volar,
y que todo lo consigues.
Y verás que no existe el dolor,
hoy te toca ser feliz.

Si las lágrimas te nublan
la vista y el corazón,
haz un trasvase de agua
al miedo, escúpelo.

Y si crees que en el olvido
se anestesia un mal de amor,
no hay peor remedio
que la soledad.

Deja entrar en tu alma una brisa
que avente las dudas y alivie tu mal.
Que la pena se muera de risa,
cuando un sueño se muere
es porque se ha hecho real.

Y verás que tú puedes volar
y que todo lo consigues.
Y verás que no existe el dolor,
hoy te toca ser feliz.

Las estrellas en el cielo
son solo migas de pan
que nos dejan nuestros sueños
para encontrar
el camino, y no perdernos
hacia la Tierra de Oz,
donde habita la ilusión.

Y verás que tú puedes volar,
y que tu cuerpo es el viento,
porque hoy tú vas a sonreír,
hoy te toca ser feliz.



Mañana levantémonos y pensemos que YA TOCA SER FELIZ


PD: Sabéis? todos estos pensamientos que os escribo en este blog me resurgieron hoy de nuevo al ver un trozo de documental que un ciber-amigo mostró en su página. Un documental en que se ve como niños palestinos, sumidos en la miseria y en las condiciones que todos conocemos, sonreían y jugaban. La verdad, me dio muchísimo que pensar.

5 de octubre de 2009

Más allá de un puñado de Pipas

Los que habéis seguido mi historia del Girasol seguro que en seguida entenderéis lo que esta foto significa para mí:


Ahora que ya he conseguido mis propias pipas quiero compartirlas con todas esas personas a las que quiero para que cada una de ellas tenga su propio Girasol.

Se suele decir que todo el mundo recoge lo que siembra, yo lo único que puedo confirmar es que si no siembras no recoges.

Siéntate delante de un Girasol y aprende de él: mantén tu rostro hacia la luz del Sol y no verás la sombra (Helen Keller).

Proponte proyectos y no excusas. Y piensa que siempre el primer paso para la solución de los problemas es el optimismo. Basta creer que se puede hacer algo para tener ya medio camino hecho y la victoria muy cercana (Johen Baines).

NOTA: para los que no sepáis de que va la historia podéis leer este escrito que publiqué recientemente: Gira, gira, gira el Sol


Y del campo de Girasoles...ESPERANZA


2 de octubre de 2009

Jugando con la salud...

Sí, lo sé, ya estáis hartos de sentir hablar de la Gripe A, y os aseguro que he intentado morderme la lengua para no sacar el tema en ninguno de los blogs donde participo. Pero es que no he podido más, lo siento, no más! en estos días donde por todos sitios me abasallan con la gripe, en el trabajo, en el autobús, en el tren, en la cafetería...que si tose en el pañuelo, que si no toques a la gente, que si lávate las manos...vamos, como si se fuera a acabar el mundo! y los que me conocen ya lo saben, cuando tengo algo que decir, si no lo suelto...exploto!

Los que también me conocen saben que no me conformo con saber lo que me cuentan en el telenoticias de turno o en el periódico que venden en la esquina. Siempre necesito conocer tantas opiniones como pueda, para después hacerme yo misma mi propia opinión del asunto. Antes de nada aviso que no soy ninguna experta en el tema de la gripe y nada tengo que ver con el mundo sanitario. Simplemente soy una ciudadana más que alertada por los medios de comunicación des de hace tiempo anda husmeando por aquí y por allá para encontrar la verdad y los intríngulis de todo el asunto. Y a los que quieran conocer el otro lado de la gripe A y debatir sobre ello os invito a echar un vistazo a un escrito que he colgado en un blog que comparto desde hace unos días con un buen amigo. Lo que en él cuento se basa en todo aquello que he visto o he ido investigando tanto a través de internet, programas de radio, charlas con personas que trabajan dentro del mundo sanitario y como no, a través de esas charlas que tengo con algunas personas detrás de una buena taza de chocolatito.

Así pues, os invito a que digáis también la vuestra en: