Un nuevo amanecer

Hoy ha despertado un nuevo amanecer, aún, si cabe, más deslumbrante que cualquier otro. Un nuevo amanecer que nos ha traído nuevamente esa paz que tanto anhelábamos y que desde hace semanas se había escondido entre ecografías, radiografías, analíticas y despachos de doctores. Hoy ha despertado un nuevo día para los tres y de nuevo hemos comprobado que con nuestro amor, valentía, optimismo y apoyo incondicional detrás de cada tormenta siempre puede amanecer un nuevo y radiante día.

A partir de ahora cada beso, cada caricia, cada cómplice mirada será diferente, porque ahora aún serán más fuertes. Quien ha sentido el aliento de la muerte, cuando a uno le cuelga un pie en la punta del abismo, uno aprende a vivir la vida de una manera diferente. Se valora cosas que hasta ese momento pasaban inadvertidas o a un segundo plano. Siempre has dado tu vida por nosotros y sé que ahora, con aún más razón, dejarás a un lado muchas cosas para poder dedicarte en cuerpo y alma a todo aquello que verdaderamente te llena, y que no es precisamente ni el trabajo ni el dinero. Sé que ahora, aún más, nos desbordarás con tu amor y tu cariño. Y aquí sabes que tienes el mío y el de tu hijo. Incondicionales. Porque cuando uno ama de verdad no existen condiciones.

Escúchame bien: "verás a tu hijo dar sus primeros pasos, verás a tu hijo dar grandes carcajadas cuando le hagas cosquillitas en los pies, verás como se le caen los primeros dientes, como da sus primeras patadas al balón, verás a tu hijo peléandose contigo para que le des ese trocito de chocolate que siempre guardas en el tercer cajón, verás a tu hijo ir al colegio, ... y verás como los años te irán marcando con arrugas cada uno de esos grandes momentos que viviremos juntos". Aún no ha llegado el momento en el que emprendas ese largo viaje con las gaviotas.

Te queremos, y lo sabes.