Odio

 

Se dice que del Amor al Odio hay sólo un paso. ¿Por qué será?

¿Por qué cuando alguien nos defrauda nos es tan fácil pasar a odiarlo incluso con la misma fuerza con la que lo amábamos?

El odio nos hace señalar siempre a un culpable porque de esa forma legitimamos nuestro enfado y nuestra ira, y nos desquita y nos desahoga, aunque en realidad, si lo piensas muy profundamente, igual esa persona ni tan solo sea la culpable de nuestro malestar. Pero, ¡oh! qué bien nos sienta, ¿verdad? Y ojo, que a veces incluso podemos dirigir ese Odio hacia nosotros mismos, no siempre es hacia segundas o terceras personas. Pero ese tema lo dejamos para otro día...

Odio, culpabilizar, castigar. 

No malgastemos nuestro tiempo, nuestra energía en él. El odio, en la mayoría de casos, acaba creando injusticias y, cuando nuestra ira desaparezca calmada por ese odio, veréis que ese odio no ha curado el conflicto, ni la herida. Y muchas veces nos arrepentiremos.

Soy temperamental, y chillo, y me cabreo (uy sí, más de lo que pensais). A veces me invade un "nervio" que explosionaría el mundo entero. Pero siempre deshaoga más un buen grito en medio del monte que estar odiando a alguien toda la vida. No vale la pena, porque como os he contado, el odio es muy subjetivo y crea injusticias y además, no cura, todo lo contrario.

El Amor nos da y el Odio qué nos regala?

El Odio sólo busca destrucción. Es algo negativo, peligroso y que sólo acaba buscando hacer daño y alimentar el rencor. Y ¿quieres vivir así toda tu vida? ¿con el cuerpo todo el día buscando revancha?
Así que para, grita, respira fondo y recapacita. Observa ese conflicto desde otra perspectiva. Pensamos lo que sentimos, y sentimos lo que pensamos. Piensa por qué sientes ahora ese Odio y a lo mejor, dejarás se sentirlo y encontrarás la solución.

No sé a vosotros, pero a mi, el odio nunca me ha sentado bien, por eso un día decidí que no vale la pena, para nada. Pero para no odiar en determinadas ocasiones hace falta grandes dosis de comprensión, empatía, respeto a lo diferente, de hablar con esa persona o cambiar la dirección de tu camino respecto a esas situaciones que te lo pueden generar.

Lucha por tus ideales, lucha por lo que crees importante, pero hazlo siempre sin odio.