6 de diciembre de 2017

Ver las potencialidades, no las limitaciones



"El problema es que vosotros pensais en nosotros respecto a lo que no podemos hacer, en vez de hacerlo sobre lo que sí podemos hacer".

Así de tajante empezaba mi charla con un joven con silla de ruedas que tendríais que verlo sobre la pista de skate. 

"La pregunta es, ¿estáis vosotros preparados para ver a un niño sin brazos ni piernas reptar como una serpiente por un parque infantil para continuar su ruta subiendo por la rampa y tirarse de cabeza por el tobogan?. Creo que no, el problema no somos nosotros, sinó la sociedad actual, que no está preparada para ver ciertas cosas".

Y con sólo estas dos frases, cambió por completo mi forma de pensar.

Dedico una parte de mi trabajo al diseño y construcción de parques infantiles. Es por todos sabidos que está de "moda" crear parques infantiles adaptados, aunque yo prefiero hablar de parques inclusivos, no parques donde todos los juegos son adaptados y que pueden acabar conviertiéndose en parques exclusivos (y por tanto "guetos") para niños y niñas con algún tipo de discapacidad, sinó parques como los que se han ido construyendo toda la vida, pero añadiendo juegos o elementos que hagan posible que niños con y sin discapacidad puedan jugar juntos. Hasta ahora la gran mayoría de nosotros, técnicos de este ramo, hemos estado diseñando parques mirando a esos "pobres" niños con "lástima", en vez de ver sus potencialidades, las cuales, efectivamente serán muy diferentes a las de cualquier niño que no tenga una discapacidad.

Hoy en día, ciudadanos y políticos, presionan a los técnicos para crear parques adaptados, perdiendo muchas veces de vista el objetivo real que tendría que tener esos parques y, como bien me dijo aquel chico, si estamos preparados para ver cosas que hasta ahora se han mantenido (a mi parecer erróneamente) ocultas para no "herir sensibilidades" (qué gilipollez, pero a la vez, pensadlo, ¡qué tristemente real!).

Un chico sin piernas puede desarrollar unos brazos enormes y fuertes con los que trepar. Un niño sin brazos acabará buscando la manera de subirse al tobogan... pero os imagináis un día bajar al parque con vuestro hijo y ver a otro niño de su edad arrastrándose por el suelo sin brazos ni piernas jugando tan ricamente? Sí, efectivamente, como siempre, todos somos muy "modernos" y "progres" a la hora de idear, a la hora de los buenos propósitos, pero a la hora de la verdad, no estamos preparados, somos unos prehistóricos.

Otro fallo muy común es que siempre que se habla de discapacitados se piensa en una silla de ruedas. ¡Y no! existen niños ciegos, sordos, mudos, que andan con caminadores, con discapacidad psíquica, autistas,... y se tiene que pensar en TODOS. 

Ya lo dije ayer en otro post. Ojalá las rarezas de hoy sean la normalidad del mañana. Mientrastanto, seguiré trabajando para integrar a todos los niños, sean como sean, a nuestras ciudades, a nuestros pueblos, y continuaré trabajando a partir de ahora para que todos seamos capaces dentro de poco de ver con total normalidad cosas que ahora podrían "herir, ridículamente, nuestra sensibilidad". 


No hay comentarios:

Publicar un comentario