Durante gran parte de tu vida vas en busca de la felicidad, como si se tratara de Indiana Jones en busca del Santo Grial, y pasa a ser el principal objetivo de tu vida: encontrar la felicidad, en estudios, familia, pareja, vivienda, viajes... En busca de lo que crees que llenará tu vida, que te hará sentir viva y dará sentido a tu existencia.
Pero llega un momento en el que te percatas que para conseguir esa felicidad hace falta una previa: estar en paz, calma, tranquilidad, contigo misma y con todo lo demás.
Y entonces esa búsqueda obsesiva de la felicidad se transforma en la búsqueda de la paz, tu paz, tu tranquilidad, de ese estado en el que a partir de él llega por sí misma la felicidad. Porque la felicidad no se encuentra, se vive.
Y para llegar a esa paz, calma, tranquilidad y sosiego a veces transitarás por la tristeza, o por la ira, o por miles de estados, pero de eso se trata también, ese es el camino, y la vida no es más que un camino de ida, y sin vuelta, no lo olvides.
La felicidad no es un objetivo y ser capaz de estar en paz, en calma... es la antesala de la puerta que abre hacia ella. Una vez atraviesas esa puerta, eres capaz de ser feliz con lo que tienes, con todas esas "grandes pequeñas cosas".
La vida te traerá tristeza, pero también cachitos de felicidad cuando entiendes todo esto.
Buenos días, verdecill@s.
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