Con los años te das cuenta que lo que verdaderamente te hace crecer no son los libros (o al menos exclusivamente los libros) sinó la curiosidad, la superación de desafíos, nuestro autoconocimiento, nuestras relaciones y nuestras aspiraciones.
La curiosidad te hace plantearte preguntas en busca de respuestas, y muchas veces serán esas preguntas, y no tanto las respuestas, el verdadero motor de tu crecimiento y desarrollo tanto intelectual como emocional. Así que no te quites nunca el gorro de Sherlok Holmes ni la lupa, ni te quedes anclado siempre en las mismas creencias y valores.
En nuestra vida, queramos o no, se presentarán obstáculos, desafíos, piedras en el camino, desastres, o cómo tú prefieras llamarlo. Es inevitable. Y la superación de todos esos desafíos te harán pasar de nivel como lo hace Dr Smolder Bravestone en Jumanji. Lo que no mata, engorda, en este caso no los kilos sinó el aprendizaje.
Tan importante es hacer preguntas externas como a nosotros mismos, porque sin reflexión tampoco hay aprendizaje. Sin reflexión lo único que haces es tragar sin masticar e incorporar cosas en tu vida sin discernir ni ser consciente de ellas. Lo cuál te puede ocasionar en más de una ocasión una incómoda indigestión. Hay que preguntarnos quiénes somos, quiénes queremos ser, y encontrar nuestras fortalezas en nuestras debilidades y encontrar nuestras debilidades en nuestra fortalezas. Sé un poco Sócrates.
La relación con los demás también nos aporta aprendizaje. Somos seres sociales. Siempre he creído que a una persona totalmente aislada siempre le faltará una de las patas de la silla, que es ese aprendizaje basado en las relaciones con los demás, familiaries, amistades, parejas, compañeros... Esas relaciones te permiten ver cosas que a solas no serías capaz de apreciar y te aportan nuevas motivaciones o perspectivas. No dejes de ser "red social".
Soñar, tampoco dejes nunca de soñar. Los sueños y la imaginación son el primer paso hacia las metas. Y son esas metas las que nos darán ese impulso necesario para seguir avanzando, nos aportarán esos desafíos. Pero desdramatiza si no consigues esas metas, y observa que el simple camino muchas veces ya te vale. Sé un Forrest Gump.
Y aquí ando yo, nuevamente, escribiendo sobre lo que voy aprendiendo. Como decía mi abuela, nunca es tarde si la dicha es buena.
Gaia, en continuo aprendizaje...
Buenos días verdecill@s!
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