Ayer por la tarde cogí una fina manta, el mp3 y mi libro y me escondí nuevamente en mi rinconcito de las gaviotas. Y allí estaba todo, tal y como lo dejé. Algunas gaviotas reposando en lo alto del acantilado, las rocas tostadas por el Sol, un mar tranquilo, con olas pausadas pero constantes, a lo lejos el fino horizonte, confidente de mis sueños, y a lo alto, con las alas extendidas y dejándose llevar por el viento, esa gaviota que hace un año se llevó a ese gran ser querido. La miré, me miró, y nuevamente con el estómago encojido y una gotita de aurora a punto de salir de nuestras miradas, nos sonreímos .
Ahí estaba yo, aislada del resto del mundo, sin nadie que entorpezca ese mágico momento, mi momento, el momento de mi rinconcito. Me encanta respirar el aire salabroso que habita ese lugar, refrescarme con la suave y templada brisa de una tarde de primavera, oteando el horizonte, absorta en mis pensamientos y mis sentimientos. Mi momento.
De repente empezó a sonar en el mp3 una de las canciones que más me conmueven y mientras acariciaba mis oídos con su melodía, levanté un momento la vista del libro, lo abracé y lo apretujé fuertemente contra mi pecho y perdí la mirada en el fondo del mar mientras brotaba de mí los más profundos, íntimos y escondidos sentimientos.
Y hoy me apetece compartir con vosotros no sólo esa nueva tarde en mi rinconcito sinó también esa canción que cada vez que la escucho me remueve ese alma a veces fría a veces caliente, a veces presente y a veces ausente. Es una canción que va de cuando uno ama con todo el alma y corazón y el tiempo, las circunstancias, el cruel e impredecible destino, le separa de ella. Es una canción que sólo la ha podido escribir alguien totalmente enamorado, alguien que al perderla se sintió completamente...vacío. Su letra y el sentimiento del intérprete al cantarla hace que sea una de esas cancionas que como se suele decir: "te llegan".
Ahí estaba yo, aislada del resto del mundo, sin nadie que entorpezca ese mágico momento, mi momento, el momento de mi rinconcito. Me encanta respirar el aire salabroso que habita ese lugar, refrescarme con la suave y templada brisa de una tarde de primavera, oteando el horizonte, absorta en mis pensamientos y mis sentimientos. Mi momento.
De repente empezó a sonar en el mp3 una de las canciones que más me conmueven y mientras acariciaba mis oídos con su melodía, levanté un momento la vista del libro, lo abracé y lo apretujé fuertemente contra mi pecho y perdí la mirada en el fondo del mar mientras brotaba de mí los más profundos, íntimos y escondidos sentimientos.
Y hoy me apetece compartir con vosotros no sólo esa nueva tarde en mi rinconcito sinó también esa canción que cada vez que la escucho me remueve ese alma a veces fría a veces caliente, a veces presente y a veces ausente. Es una canción que va de cuando uno ama con todo el alma y corazón y el tiempo, las circunstancias, el cruel e impredecible destino, le separa de ella. Es una canción que sólo la ha podido escribir alguien totalmente enamorado, alguien que al perderla se sintió completamente...vacío. Su letra y el sentimiento del intérprete al cantarla hace que sea una de esas cancionas que como se suele decir: "te llegan".
Narras muy bien tus textos Gaia.
ResponderEliminarJ Blunt no es de mis preferidos, pero reconozco que este es todo un temazo.
Besos!
Eres una privilegiada al poder disfrutar de esos momentos en un paraje maravilloso, me gusta verte volar como esa gaviota por encima del mar.
ResponderEliminarUn beso, Who.
¿Sabes? Aquel día te pusiste sentimental por un momento, pero, al final, lo dejaste ir...
ResponderEliminarPero esta vez sí que te tocaba, sí que era tu momento, y dejaste que todos esos sentimientos, en tu intimidad, salieran a la Luz...
Me alegro mucho de haber compartido aquel momento contigo. Fue un privilegio, Silvia.
Y además, aquel mismo día, supe al reír contigo que prefería el mundo de los vivos que el mundo de los que ya no estaban; por eso, aquel día te dije que no quería ir "allí", que quería quedarme contigo, que prefería sentir el calor de la vida antes que el frío de la muerte...
Quizás, en aquel momento, tras aquel aciago mes de Septiembre, algo cambió en mí:)
Tengo ganas de volver a verte, Chiqui, y esta vez iré "acompañado", ya sabes;) Y será todo un honor presentarte ante ELLA:)
Llámame "floriduro", pero este beso en todo tu moflete no te lo quita ni Petete:P
Eurice, yo tampoco soy forofa de ese artista, pero esa canción, como tú dices, es un temazo y más aún si cuando la escuchas estás en uno de esos momentos de "debilidad".
ResponderEliminarWho, espero verte a ti también volar por encima del mar y si algun día decides abrir tus alas y dejarte llevar por esa cosquilleante brisa no dudes en venirme a saludar.
Rey, y ya sabes que tienes el privilegio de ser la única persona que conoce exactamente donde está ese rinconcito. En aquel momento una fuerza (o una señal como dirías tú) me empujaba a que aquel día te llevara allí. No sé por qué, pero te tenía que llevar allí. Quería compartir ese pequeño lugar secreto contigo. A veces las miradas y los gestos dicen más que mil palabras y ese fue uno de esos momentos. Conociste mi debilidad, conociste como delante de ese mar se me desmoronan los sentimientos. Los dos estábamos faltos de algunas cosas, dolidos por las pérdidas de un pasado cercano y llenos de rabia. Los dos nos apoyamos mútuamente y así empezó una amistad que hoy aún vive fuerte como un roble.
ResponderEliminarComo ves, sigo yendo a ese rinconcito, sigue siendo mi lugar favorito para encontrarme a mi misma, centrarme en mi vida, deshojar el corazón, soñar y tomar determinadas decisiones. Es mi lugar de debilidad, donde por unos instantes me despojo de la coraza para dejar al aire libre todas las entrañas.
No sabes lo que me alegra y lo enorme que me haces sentir por haber conseguido, esa tarde, haberte dado esas ganas de Vivir. Y no sabes lo que me alegra que seas en estos momentos tan y tan feliz...
Y venga, va, esta vez acepto ese beso en el moflete sin decirte floriduro jajaja
Bien trabajado :P
ResponderEliminarQue importantes en mi vida han sido esos momentos de soledad, música y reflexión! Aunque sin ningún rinconcito específico. Me ha gustado mucho lo que escribiste, y la canción... sin palabras, hermosa interpretación, de esas que dejan la piel erizada.
ResponderEliminarBs!