31 de enero de 2018

Relaciones de un clic



Con la aparición de internet, chats, redes sociales y Smartphones llegó la deshumanización en nuestras relaciones sociales. Ocultos entre el anonimato que nos profiere los apodos o las distancias que muchas veces nos separan nos creemos lo que no somos y damos a conocer lo que queremos aparentar en cada momento. Aparece lo que yo llamo “caretas”. Camuflarte detrás de esa careta te hará sentir fuerte y valiente, pero no hará que lo seas. Estas caretas ya existían antes de tanta tecnología, pero una simple mirada a los ojos te podía bastar para adivinar del palo que iba la otra persona. 

Ahora no existen esas miradas y por lo tanto, puedes tardar años, o quizá nunca, descubrirás su verdadero rostro si ese personaje es bueno en el mundo de la farándula. Y así nos estamos convirtiendo en una sociedad donde hay más caretas que rostros. Una sociedad cada vez más pobre en valores. En una tecno-sociedad donde tenemos a mucha gente a nuestro alcance con un simple clic y que de la misma manera podemos deshacernos de ella cuando ya no nos interesa. Clic, clic, clic. Nuestra vida, nuestras relaciones, frivolizadas por un clic. Tan fácil como es contactar con una persona es hacerla desaparecer de tu vida. Jugar con los sentimientos de los demás nunca fue tan fácil. Y así hemos llegado a donde estamos. Gente jugando a ser reyes del mambo cuando fuera del teclado se esconden dentro de su caparazón. Banalizando las relaciones entre unos y otros. Jóvenes acosados, adultos engañados, y pronto niños irresponsablemente divirtiéndose frivolizando sus relaciones con los demás. 

Pero ojo, lo que a primera vista puede parecer genial e incluso divertido y poderoso, el poder del clic, se nos puede girar en contra y acabar forjando una sociedad socialmente arruinada donde todos acabaremos tratándonos de la misma tirana manera. Arriemos somos y en el camino nos encontraremos.

Y no olvides que, cada vez que apartes la vista de esa pantalla, cuando la apartes de tus seguidores y fans, cuando quites la vista de ese teclado, y la dirijas nuevamente hacia ese espejo, seguirás viendo tu verdadera persona con todo aquello que no te gusta y te asusta de ti mismo. Y, ni ese “poder” del clic que te permite hacer desaparecer  y manipular fácilmente a los demás podrá hacer desaparecer esa realidad, tu realidad, que tan poco te gusta.

Está en nuestras manos decidir si queremos seguir dejándonos deshumanizar por la tecnología o, por lo contrario, humanizar nosotros a la tecnología. La tecnología ha llegado para quedarse y deberíamos aprender a utilizarla con decoro y con ese mismo trato con el que nos dirigiríamos a aquella persona en la calle. La tecnología tendría que ser el reflejo de cómo somos y no el reflejo de lo que nosotros queremos mostrar para aparentar algo que no se es o para conseguir algo con malas artes. Seamos valientes también en internet.

La licuadora te ayudará a hacer un rico zumo, pero tú puedes elegir qué frutas usar y cómo exprimirlas. Un Smartphone te ayudará a contactar y a relacionarte con otras personas, pero tú y sólo tú eliges la ética y la educación con  la que lo usarás. Después no nos quejemos de la tecnología, no nos quejemos de cómo nos tratan si nosotros hacemos lo mismo con los demás. La culpa no es de la tecnología sino de cómo decidimos cada uno de nosotros usarla. Ella sólo es nuestro reflejo como persona, no la culpable de cómo somos o de lo que nos pasa en nuestra vida.

Asumamos nuestra parte de responsabilidad en el uso de toda esta tecnología. No la usemos con ligereza. Detrás de cada pantalla hay una persona, de carne y hueso, corazón y sentimientos. Prefiero teclear menos, pero con sinceridad y respeto, que mucho, pero con menosprecio y frivolidad. Creo en la tecnología bien usada y creo todavía en el día en que las personas entendamos que el amor hacia los demás no depende ni de las distancias ni de los apodos.

Su uso, depende de nosotros. Nunca perdamos nuestro elemento humano. Usemos la tecnología para potenciar nuestras relaciones, nuestra vida…no para arruinar la de los demás o aparentar cosas que nunca nos ayudarán.

Si quieres jugar, coge una pelota y deja el teclado.







30 de enero de 2018

Dime que me quieres


Dime que me quieres,
aunque sea sólo un sueño.
Dime que me deseas,
y te prometo que te creeré.
Dime que me echas de menos
y que no te pasan las horas.
Dime que me sueñas,
cada noche desde hace tiempo. 

Yo sigo queriéndote,
aunque sigas siendo sólo un sueño.
Sigo deseándote,
con las manos y mis labios.
Sigo echándote de menos,
tanto de día como de noche.
Sigo recordándote,
des del primer instante... 

28 de enero de 2018

Amarga despedida



Para alguien a quien puede que le quede todavía la otra mitad de su vida por delante cada atardecer le indica el final de un día, que ya no puedes cambiar lo que hiciste las últimas 24 horas, pero al mismo tiempo también te indica que un nuevo día nacerá con nuevas oportunidades para crear o rectificar.
Pero para alguien que exhala sus últimos alientos, cada atardecer le indica que ya queda menos para el descanso eterno. Sin nuevas oportunidades, sin sueños, sin nada más que esperar ese momento, porque ni recordar puedes.
Después de tres hijos y la muerte de dos gemelas cuando tenían poco más de un año de vida, con los años llegué yo. Aquella que de alguna manera suplantó aquellas dos niñas, lo sé. Tu consentida. Aquella a la que le hacías aquel chocolate, aquella a quién cuidabas mientras sus padres trabajaban, aquella que tanto has querido. Tu princesita, tu preferida. Y ahora cuando me ves agarras fuerte mi mano, me miras, y yo sin saber ni si tan siquiera me recuerdas. Recordar lo que fuiste y ver ahora en que te has convertido, es duro muy duro. Y sigo yo también agarrando tu mano, y así pasamos minutos, horas, en silencio.
Me desgarro por dentro mientras por fuera sigo manteniendo ese pose frío que me caracteriza. Pero cada rato que te acompaño estos días, me muero también un poquito contigo.
Y entonces es cuando me escapo de casa, ni me preguntan, ya me conocen, y saben que necesito distancia, que no me gusta ni compartir ni mostrar mis penas y que no tengo mejor medicina para eso que calzarme las botas y desaparecer por los caminos de esos preciosos bosques que tengo al lado de casa. Y allí me sigo desgarrando, camino y camino como si no hubiera mañana, me enfado, me cabreo, hasta que al final exploto y no paran de regar mis mejillas esas lágrimas que tanto me cuesta sacar.
Y regreso a casa sintiéndome una mierda y regreso a verte sintiéndome la peor nieta del mundo porque pienso, porque deseo que llegue al fin ese momento. Porque odio verte así, porque en el fondo sabes lo que te está pasando, sabes que te estás muriendo, te mereces el descanso, y tu cuerpo se empeña tozuda y déspotamente en no dejarte ir y en mantenerte viva sin vida. Jopainas! Me siento como aquel niño de aquella película.
Sé que un día llegará ese atardecer sin ti, pero por ti y , por todo lo que te quiero y siempre te querré, agarraré con fuerza cada nueva oportunidad que cada nuevo amanecer me ofrezca para crear o rectificar.
Mientrastanto te acompañaré, en silencio, agarrándote la mano.
Una amarga, muy amarga despedida...

25 de enero de 2018

Ven a robarme el aire



Vine'm a buscar, vine a robar-me l’aire.
Vine aquí, balla amb mi, balla com una lluna a l’aigua.
(Ven a buscarme, ven a robarme el aire.
Ven aquí, baila conmigo, baila com una luna en el agua)


No vull veure't, vull mirar-te.
No vull imaginar-te, vull sentir-te.
Vull compartir tot això que sents.
No vull tenir-te a tu: vull, amb tu, tenir el temps.
(No quiero verte, quiero mirarte.
No quiero imaginarte, quiero sentirte.
Quiero compartir todo esto que sientes.
No quiero tenerte a ti: quiero, contingo, tener el tiempo)


 Jo vull llegir-te amb els dits.
Vull sentir-te la pell encesa.
Vine i arranca'm aquest plor del pit.
 Vine a treure'm la roba de la tristesa.
(Quiero leerte con los dedos.
Quiero sentirte la piel ardiendo.
Ven y arráncame este lloro en el peche.
Ven y quítame la ropa de la tristeza)


¡Mucha vitalidad Verdecill@s para acabar la semana!

 


24 de enero de 2018

Viaje hacia el horizonte


No quiero humo en mi vida, tampoco te pido atajos. 

Juntos todavía podemos llegar más lejos y cuántas más curvas más fuertes llegaremos.

Vivir significa tomar partido.

Si siembras rebeldía recogerás libertad. 

No tenemos en nuestras manos todas las soluciones de este mundo, pero sí las nuestras siempre que no nos falten sueños atrevidos. 

No es el tiempo quien nos hace crecer sinó el cómo lo hemos vivido y cada vez que superemos un golpe, cada vez que nos volvamos a levantar, habremos vencido un poco más nuestros miedos. 

Porque siempre hay un día para volver a empezar, donde un viejo verano de nuevo renacerá y una flor en el desierto nacerá. 

Ara que te tengo aquí, no nos volvamos a alejar, detén las agujas de ese viejo reloj un instante y pongámonos nuestra brújula en dirección al horizonte, tú y yo, y bailemos la vida al son de los latidos de nuestro corazón. 

Sobrevolemos nuestros miedos mirando siempre hacia delante. 

Tu y yo, dirección al horizonte. 

Mientrastanto seguiré buscándote cada noche entre las estrellas....

23 de enero de 2018

Cuando dejas de ser niña...



Dejamos de ser niños...
...cuando dejamos de ir al parque a columpiarnos.
Cuando dejamos de tener ganas de aprender.
Cuando nos inquieta el qué pasará mañana.
Cuando dejamos de repartir besos y abrazos sin importar a quién, cómo o por qué.
Cuando nos volvemos diplomáticos.
Cuando dejamos de decir lo que pensamos.
Cuando dejamos de reir y de amar con el corazón.
Cuando dejamos de preguntar sin miedo al qué dirán o pensarán.
Cuando dejamos de dar importancia a las cosas pequeñas. 
Cuando dejamos de pisar charcos...


Depende de cada uno de nosotros el dejar o no de ser niños. Hacerlo de forma rápida o lenta dependerá de las circunstancias de tu vida. Que tenemos que crecer, es ley de vida, y el crecer implica madurar, hacer lo que siempre creas mejor después de haberlo pensado mucho (demasiado para mi gusto) y no dejarte llevar por los impulsos. Pero es nuestra decisión mantener viva durante nuestro crecimiento esa pequeña  llama que nos hará aprovechar mejor el tiempo y hará tomarnos las cosas con más optimismo y "sinvergüencería". 

Nunca abandonemos esa chispa que nos acompañó en nuestra infancia, que hace que todo sea posible y que afronta la vida con senzillez, total naturalidad y un sentido común aplastante.

Por muy dura que sea nuestra vida reservemos siempre un pedacito de nosotros y un rato de nuestro tiempo para ser y sentirnos niños.

Que nadie, que nadie, te quite la capacidad de disfrutar de las cosas pequeñas, porque con los años verás que son las más grandes.

Está lloviendo, ¿me acompañas a pisar charcos?




22 de enero de 2018

El susurro de un pájaro



¿Por qué hay cosas tan jodidamente bellas en este mundo? y, ¿por qué parece que estamos empeñados o a destruirlas o a hacerlas pasar desapercibidas?

Hoy es  uno de esos días primaverales de invierno, en la que una, aprovechando esos minutos de tranquilidad, busca estirada sobre el césped ese remanso de paz que siempre nos regala esa energía tan necesaria para continuar el día y esa claridad para intentar acabarlo lo máximo de bien posible.

De repente la visita de un "pit-roig" (pecho rojo creo que se dice en castellano) que valiente se aposenta cerca de mi para hacerme compañía...

Ese Sol de invierno, ese tacto del césped sobre tu cuerpo y la visita indiscreta de esa hermosura de pájaro hace de estos minutos, no unos simples minutos de descanso, sinó unos minutos de paraíso. No hace falta ni un spa, ni una sesión de masaje (aunque no negaré que me encantan), ni irse a una isla de esas afrodisíacas (¿o se llaman exóticas? siempre me confundo...), porque cualquier esquina de nuestra vida puede convertirse en ese pedacito de Cielo.

Sí, hay cosas jodidamente bellas en este mundo, y no, ni las voy a destruir ni voy a dejarlas pasar desapercibidas... cosas tan bellas como el susurro de un pájaro...

Qué tengáis una paradisíaca semana, querid@ Verdecill@s. O cómo mínimo, un pedacito de Cielo.




19 de enero de 2018

Decorando el Alma: Diario de un Tripolar


  
Cuando algo es capaz de remover tus apaciguadas aguas. Cuando algo es capaz de dar sosiego a tu caótica y agitada Alma. Cuando algo es capaz de hacerte pensar, reflexionar, exprimir tu mente. Cuando buscas algo diferente, buscas un libro como éste. 

Un libro dónde el autor te invita a reflexionar sobre la vida y de cómo la vivimos (y sentimos) a través de un recorrido por diferentes pasajes de su propia vivencia. El autor es precisamente a través de esas vivencias y de los conocimientos adquiridos de diferentes filosofías que intenta explicar y hacernos plantear muchas cosas de nuestra vida de una forma entretenida y que no te dejará indiferente. Desde mi punto de vista, un libro bien argumentado, atrevido, muy recomendable tanto si buscas una lectura entretenida como si buscas ir más allá y profundizar en el debate de nuestra existencia. Me ha encantado en especial la parte romántica del libro, hablándole al amor en general y a su alma gemela en particular de una forma elegante, nada ñoña, a la vez que sugerente, picante y con el corazón.

Cuando se escribe con las manos lo que se piensa con el Corazón, sale una historia de Amor. 

Cuando se escribe con las manos lo que se aprende con las vivencias, salen enseñanzas.

Cuando se escribe con las manos lo que se aprende de las grandes filosofías heredadas, salen reflexiones y conclusiones con criterio. 

Cuando se escribe con las Manos, con el Corazón, con las Vivencias, con una Filosofía de vida y mucho, mucho cariño, sale un libro como éste. 

Y Gaia se ha enamorado de este libro, y Gaia se ha enamorado de sus Palabras...


 "Donde quieras que estés, cuando quierás que estés, vale la pena leerlo"
 (Gaia)


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Para aquellos verdecillos a los que que os pique la curiosidad del libro, lo podéis adquirir en Amazon (el libro entero, formado por tres partes; o cada parte por separado).

Libro entero:



Libro por separado:





Y si queréis conocer al autor visitad su página (Maestro Hank) y su proyecto (Decorando el Alma).


18 de enero de 2018

Soy un solete

Cuando el nuevo compañero de trabajo que te repasa de arriba a abajo cada vez que vas a la impresora te suelta eso de:
-        Gaia, eres un solete…
-        Gracias majete………¿a qué ahora ya no lo soy tanto?
-        …y los tienes bien puestos, eso….también.

¡Por favor! Pasan los años, me hago vieja, y ¿todavía se siguen usando esas cutre-maneras para ligar? ¿Dónde está el romanticismo? Vaaaale, que yo no soy precisamente el ideal de mujer romántica, pero… ¿de verdad todavía no se han inventado otras maneras para conquistar a una mujer? Para conquistar hay que sorprender y para sorprender no se puede hacer lo “típico” de toda la vida. No sé, igual es que sí, que soy una borde, pero prefiero ser una borde ante frases estúpidas que una 'solete'  que se deja embaucar con frases ridículas.

PD: ahora cuando paso hacia la impresora baja la cabeza y aparta la vista… Así me gusta, calladito estás más guapo.

17 de enero de 2018

Cuando una se cree gogó


Cuando el chico de la taquilla del parking viene y te dice:
-        “Oye, ¿puedes venir conmigo? No pasa nada, tranquila”
Y te enseña en la oficina un vídeo donde sales el otro día bailando como una loca “a quién le importa, lo que yo haga, a quién le importa lo que yo diga, yo soy así y así seguiré, nunca cambiareeee…”.
La cara roja de tomate que se me debió poner y el temblor de piernas que se me puso no te lo puedes ni imaginar. ¡Tierra, trágame!
-        ¡Estás genial! ¡Estás tope graciosa! Jajaja. La de risas que me dao contigo.
-        Jajaja jajaja jajaja. ¿Supongo que eso lo borrarás no? Que tengo una reputación que mantener…jajaja. Y por favor, el próximo día que vuelva haz como si nunca hubiese existido ese vídeo, ¿vale? Jajaja.
-        Vale, pero, ¿qué canción quieres que te ponga el próximo día?
-        La madre que te…. jajaja

Cuando una va siempre al mismo párking y ya te tienen muy vista. Cuando cada vez que vas tienes que hacer mil malabares coreando y bailando como una posesa las canciones que suenan en el hilo musical del parking para conseguir que tu hijo intenso se meta en la sillita del coche o en el cochecito sin ponerse tieso y poseído. Cuando a una le ponen “A quién le importa” en el hilo musical de un parking público y no cae que allí, todo, todo, todo…queda registrado. El buenhijo acaba metiéndose en el cochecito, pero la madre…quedará retratada para siempre en las pupilas del chico del párking.

“Cuando una se cree Fangoria y que las lucecitas verdes y rojas de un parking son las de una discoteca”

16 de enero de 2018

Soy niña

Ayer la dentista de mi hijo me explicó que cuando salen los dientes que sustituyen a los de leche son en forma de sierra y que con la edad esa forma se pierde, por eso la presencia de esa forma en sierra determina la juventud de alguien.
- Yo todavía los tengo en sierra, le dije.
- ¡No me digas!
- Me has alegrado el día señora dentista, me has recordado que todavía soy... niña... algo que nunca debería haber olvidado...

'La vida te vuelve a empujar cuando menos y donde menos te esperas' 

14 de enero de 2018

Bajo el agua de la vida

De esos días de meterse bajo el chorro de agua caliente de la ducha y no salir en todo el día.

13 de enero de 2018

Lo verdaderamente importante no cotiza en Borsa

Vivimos en un mundo donde se valora las cosas por el dinero que valen. Y así estamos, si no cotizas no eres nadie, si lo que haces no vende es que es una mierda, y si no me das nada no recibirás tampoco nada de mi.
Hacemos y movemos las cosas y (más fuerte aún) las relaciones por intereses y en los últimos tiempos, por fama.
Cuando te necesito te uso y después te tiro. En vez de relacionarnos por afinidades, por amor, nos relacionamos por intereses.
Y así nos va. Humanos que valoramos más a los demás por la cantidad de monedas que pueden meter en nuestros bolsillos o según su fama que por lo que Son.
Pues lo siento, pero me niego a ello.
Hago lo que quiero y voy con quien quiero porque así me apetece, sin mirar si puedo sacar algo a cambio o si es pobre, rico, listo o tonto. Me mueven cosas diferentes que los intereses particulares,  un puñado de monedas y un minuto de gloria. Soy así, que le voy a hacer.
Me importa una mierda ser la oveja negra, la mal vista, la incomprendida, la marginada o ir a contracorriente, si todo lo que hago lo hago por convicción. Viendo como funciona este mundo incluso os diré que me halaga y sino te gusta, y sino te gusto... ¡aire!
Siento deciros que hay cosas que no se pueden valorar por el dinero, y que valen más que todo el oro del mundo.  Es más, estoy segura que lo verdaderamente importante en este mundo no se encuentra en la estantería de un supermercado o en un millón de Likes. Y sino lo crees así seguro que acabarás haciendo y dedicándote a algo que no te gusta; vivirás no como tu querrías sino como los demás te dicten y acabarás siendo mediocre en todo, incluso en el amor.
Por miedo a ser rechazado somos capaces de dirigimos al abismo, aún siendo incluso conscientes de ello, cuando lo que deberíamos hacer es rechazar las imposiciones, el quédirandemí y los patrones preestablecidos y hacer lo que verdaderamente nos venga de gusto, guste o no guste a los demás, lo entiendan o no.
Abrid los ojos, lo que verdaderamente tiene valor no se mide con dinero y las cosas buenas no se consiguen con la fama sino con el esfuerzo,  valentía y las buenas intenciones (y en mi caso también suele funcionarme bastante la tozudería).
Los atardeceres, los amaneceres, los ratos con tus hijos, los besos inesperados, las risas, esas charlas tan reconfortantes, las casualidades... ese abrazo que siempre espero...
Si aprendes a dar valor a aquello que te gusta y no a aquello que los demás valoran, no volverás a sentirte mal por el hecho que tus valores sean diferentes de los de la mayoría, y harás tranquilamente lo que te de la gana.
Ahí queda dicho queridos verdecillos. Haced lo que queráis. Sólo hay una norma, sin joder a los demás.