4 de agosto de 2022

De dar y recibir

 


No des esperando recibir lo mismo a cambio, porque sinó te vas a llevar muchos fiascos. Da porque te apetece, porque así te sale en ese preciso momento, sin más.  Es la única manera que después no te reproches a ti misma y al otro de no haber recibido algo que esperabas a cambio. 

Es simple. ¿Crees que se lo merece? ó, simplemente ¿te apetece?. Da, regala. ¿Estás harta de darle sin recibir nada a cambio? deja de dar.

Como en todo, es cuestión de equilibrio. No considero que sea sano dar siempre, a ciegas.

Cada cual es un mundo. Hay gente dispuesta siempre a dar, y gente siempre dispuesta a recibir sin dar nada a cambio. Depende de ti afilar tu sexto sentido y decidir conforme a tu mente y/o corazón y mantener un equilibrio en las relaciones que mantienes con las otras personas.

Pero si eres de los que das a ciegas, en este mundo te desgastarás como la madera ante una lija.  

Si eres de las que siempre das, sin recibir nada, corres el riesgo de pasar de ser generosa a ser egoísta. He visto esta transformación en personas cercanas. Llegará un día en que te cansarás y la ira, los reproches, te harán saltar hacia el otro extremo, aquel en que te vuelves extremadamente egoísta y dejas de dar, ni tan siquiera a quién se lo merece y quieres. Y nii es bueno ser totalmente generoso, pues te rodearás de un montón de oportunistas, ni es bueno ser totalmente egoísta, pues acabarás solo .

Da a las personas que se lo merecen. Que se lo merezcan o no, depende, entre otras cosas, precisamente en eso, en lo que te devuelven. Y está en ti verlo. Y no es cuestión de cantidad, de si te devuelven tanto como lo que tu das, sinó que ellos también te dan.

Sé un poco generosa, sé un poco egoísta. Equilibrio.

Pero para llegar a ver todo esto, y ser capaz de llegar a este equilibrio, antes tienes que tener lo que se llama "amor propio" y ser consciente que, ¡jopainas!, también nos merecemos recibir.

Nunca te conformes con menos de lo que te mereces. No, no lo veo ser egoísta, lo veo ser justo y apreciarte. No dejes ese amor propio, esa autoestima, en manos ajenas y la mendigues dando, dando y dando...esperando que el otro hago lo mismo. La autoestima nace de ti mismo y es a partir de ella que podrás dar, recibir y mantener unas relaciones sanas con los demás.

Así que seamos capaces de decir No. Decir No es tan importante como decir Sí, y no nos debemos sentir mal por ello. Porque tu también "necesitas", igual que los demás. Tú también sufres, tienes tus problemas...y necesitas a veces recibir. Y no es malo ni pedir ayuda ni aceptarla, aunque a los más tozudos nos cueste (doy fe de ello). Y si no la recibes mientras tu sí que das, ser capaz de decir Hasta Aquí Hemos Llegado.

Mirad, os contaré una cosa. Cuando era pequeña, bastante pequeña, un día cogí un anillo del dedo de mi madre. En su interior leí la siguiente inscripción "dar sin recibir nada a cambio". Lo que en un principio podría parecer una frase hermosa, en mi caso, al instante mi mente la rechazó. Le dije "mamá, esto no está bien". Ella me respondió "un día lo comprenderás". Y ahora con los años, veo que en su momento no la rechacé porque era una niña egoísta. No. Los niños no son egoístas, son listos y tienen autoestima y amor propio. Una autoestima que la van perdiendo por culpa precisamente de los adultos y de todas los cuentos e historias que les contamos. 

Y hoy en día sigue aquella frase grabada a fuego en mi cabeza. Ahora soy madre, y aún así, continúo pensando que No, no se puede dar siempre sin recibir algo a cambio. No, no es justo. Ni tan siquiera con tus hijos. Aunque sea necesitas un abrazote amoroso de tanto en tanto, o un "mamá, yo también te quiero". No es justo dar y dar sin recibir nada de nada, sea con quién sea. Y si lo haces, lo único que vas a educar es a futuros adultos egoístas y aprovechones que lastimaran a otras personas que sí serán generosas. 

Como siempre, sólo es una reflexión que expreso en este diario de a bordo.

 


 

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