La línea recta es la distancia más corta que separa dos puntos.
Pero el "aquí" y el "allá" no sólo pueden ser conceptos físicos, sino también emocionales, decisiones, conflictos, malentendidos... y entonces esos dos puntos se convertirían en personas.
"Tanto hay de Aquí a Allá, que de Allá para Aquí". Estoy tan lejos de ti como lo estás tú de mí. Estás tan cerca de mí como yo de ti. Pero cuando nos referimos a personas, esas distancias, aunque sean iguales, pueden ser caminos diferentes, porque las miradas no coinciden y por lo tanto, las emociones, los sentimientos, las percepciones, tampoco.
Así que no es tan importante la distancia sino si estamos dispuestos a recorrer ese camino que nos separa, si estamos dispuestos o si vale la pena dar ese primer paso. A veces vale la pena, otras no importaría ir las veces que haciera falta.
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