En un Free Tour en Cordoba.
Llegamos a una plazoleta.
La guía nos señala la escultura de un tal Mamonoides, o
Minoides o algo así. Perdonadme, pero es que soy un desastre para los nombres. Se ve que ese Mamoides
era todo un prodigio de la ciudad. Y nos cuenta que la gente le toca los
zapatos no sé para qué, el libro para tener sabiduría y el cabello para no
quedarse calvo. Vamos, si supiera esa guía que en mi ciudad lo que se besa es
el culo de una leona…jajaja
Y allá van todos a tocar zapatos, libro y cabello. Y cuando
ya todos se van me digo, que leches Gaia, va, a tocarlo tu también. Zapatos,
bien. Libro, bien. Peeero, ains el cabello. La joía peazo mochilona que llevaba
encima no me permitía realizar el salto de altura adecuado para llegar hasta su cabellera. Sí, cuando viajo parezco Dora la Exploradora. ¡Jopainas! Y venga saltar y saltar como una pulga. Y venga reírse mis amigas. Reirse, pero reirse de mearse de risa. Y una me coge del culo, la otra de las patas, casi me escalabro, me espatarro…. y
entre risas no nos habíamos dado cuenta que ya había nuevamente en esa plazoleta
otro grupo de turistas con su guía mirándonos perplejos con un silencio sepulcral…
Gaia: Buenos días a todos. Good morning. Do you want tocar hair a Mamonoides
too?
Guía: Ma... qué? chiquilla, pero antes a ver si llegas tú, no quiero
que mi ciudad sea la culpable que te quedes calva.
Y ahí veis a mis dos amigas, el guía y dos turistas más
alzándome cual casteller de mi tierra para tocar la cabellera de Momaides.
Y al alzarme va y a uno de los amables turistas se... se... rrrraaaassss... se le petan los pantalones por el culo. Pero a ver, mijito, a ver si nos comprarnos pantalones a su debida talla.
Gaia: oooh, de trousers! just a minuto.
Me bajan, abro la mochila de Dora la Exploradora y me saco un pañuelo oscuro de tela (limpio eh?) y se lo doy al turista. ¿A que queda romántico y caballeresco?
Gaia: go detrás of this maceta grande y put este pañuelo entre calzoncillo y trousers para tapar the hole. (os cuento que es un remedio que tuve que inventarme en otro viaje cuando eso mismo me pasó a mi al agacharme para recoger un mapa que se me había caído. Sí, antes existían esos papeles que se llaman mapas. Y os diré que eso del pañuelo, si es de un color parecido al pantalón, al menos disimula algo).
Le substituye otro turista, este oriental, y venga... ¡pa arriba Gaia! ¡Conseguido!
Aplausos.
Vale, tierra trágame.
Y goodbye, muchísimas gracias a todos!
La unión hace la fuerza... las mochilas hacerte pasar un rato divertido y yo ya no me quedaré calva :)
Aquí doy fe del momento, justo antes de la kafkiana situación:
PD: acabo de buscar por Google y el de la escultura se llama Maimónides.