No. No existen los príncipes ni las princesas azules tal y como los pinta Disney, ni finales siempre felices. Existen personas reales, como tú y como yo, con sus más y con sus menos, con sus conflictos externos e internos, con sus momentos buenos y malos, pero con una palabra que los une: Amor.
Las relaciones te enseñan a descrubrirte a ti misma, mostrándote tu mejor y tu peor versión. Y hay que distinguir entre amar por carencias y amar des del deseo de compartir. Porque a nadie le hace falta compañía para estar completo. Pero hay personas que se relacionan con los demás por carencias y llegan a pensar después que los demás hacen igual. Y entonces convierten el amor en un comercio, en un negocio. Y a mí ya no me vengáis con ese tipo de relaciones. Si quiero comprar pan, voy a la panadería. Y si quiero que me arreglen el coche, al mecánico.
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