No le juzgues.
¿Qué sabes de su vida para juzgarle?.
¿Conoces los motivos que tiene? Entonces, ¡por que juzgas!
¿Y si en vez de juzgar le dices "oye, si te apetece, charlamos. Si te apetece nos metemos en esa cafetería de la esquina y nos tomamos un chocolatito"?
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