Querida Ma, Me, Mi:
A veces te noto ausente.
No deberías olvidar que esta vida se tendría que vivir como si hoy fuera tu último día.
No deberías olvidar de preguntarte cómo has vivido, cómo te sientes, qué has dado, qué has recibido, qué has amado, qué has querido, si has perdonado, sonreído, si te has sentido libre... porque eso es la vida, de eso va la vida y lo que vas a dejar... recuerdos.
Recoge todo aquello que la vida te ofrece, deja ir todo aquello que te produce dolor.
Piensa en aquellas inseguridades y en aquellos miedos que no te dejan ser feliz. Pregúntales sus motivos y líbrate.
También líbrate de cualquier cosa que sea tóxica en tu vida y no te permita sonreir.
La vida no está para caminarla, ¡está para bailarla!, porque cuando bailas no tienes meta, ni propósito para llegar a algún lugar, sólo lo haces para disfrutar. Y eso es lo que deberías hacer, disfrutar de cada paso en el camino, de cada sinfonía, de cada nota...
Quédate dónde te respeten y protejan tus ausencias porque muchos de frente dirán hacerlo, pero cuando les das la espalda sientes sus puñales.
Al final sólo serás polvo y un recuerdo de tus seres queridos y... la vida es corta.
Vive, salta, ama, corre como si hoy fuera tu último día.
Y Ama, pues es lo único que vale la pena vivir...
Porque al final de nuestros días sólo seremos polvo, recuerdos e historias.
Atentamente,
Tu MA, ME, MI
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