3 de septiembre de 2023

Gente que quiero

 


A partir de una cierta edad te haces consciente que cada vez, y si no hay imprevistos, te quedan menos días para morir que para vivir. Y eso, cambia la perspectiva de todo.


Por eso empiezas a seleccionar sólo esas charlas que te aportan algo verdaderamente interesante y... paz, dejando a un lado aquellas reuniones interminables que no llevan nunca a ningún lado y que sólo sirven para hacer un desfile de egos inflados.


Cada vez toleras menos a la gente absurda, a aquellos que sólo aportan mediocridad a tu vida, que son unos oportunistas, envidiosos, que quieren aprovecharse del talento y los logros de los demás desacreditanto a los más capaces.


Por eso quiero gente Humana, que sepa reir, incluso de sus errores.


Que no necesiten chulear de sus triunfos para sentirse alguien.


Que no huya de sus responsabilidades. No nos culpemos, responsabilizémonos de nuestros actos y si la cagamos es tan fácil como decir "eh, he sido yo, la he cagado pero aquí estoy para ayudar a solucionarlo o para buscar una alternativa".


Gente que sepa acariciar el corazón de las personas y no provocarles un ataque.


Despacito pero sin pausa, porque el reloj corre y no vale la pena malgastar en absurdidades el movimiento de sus agujas. 


La madurez te enseña, te muestra, lo que es esencial y es precisamente lo esencial, no los complementos, lo que hace que la vida valga verdaderamente la pena. 


Y,  ¿qué es lo esencial? Lo esencial es precisamente todo aquello que el sistema quiere quitarnos. 

 

 

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