El miedo mata, igual que los celos, la envidia, la ira o la tristeza.
El autoengaño es fruto de la insatisfacción.
La felicidad y el amor no se compran. Y el amor no son palabras, son hechos.
Y esta vida es corta, y sólo tú eliges cómo vivirla. Y es la elección más dura y difícil que tomarás en tu vida.
Sí, a veces soy algo "intensa", loquita, terca, impredecible, incluso inconsciente y difícil de "llevar". Pero oye, cuando muera ya me estaré quieta y me dejaré hacer.
Con los años me puede ir cambiando el color del pelo, la superfície de mi piel, mis huesos, pero también mi madurez, mis deseos, mi autoestima y mi libertad.
Los años arrugan mi piel, pero no por ello mi alma. Al alma la arruga la pérdida de entusiasmo.
Dejar de escuchar a gente tóxica, dañina y con demasiados miedos o complejos se convierte en todo un don.
Poder enfrentarme a mis fantasmas, es mi empoderamiento particular.
Priorizar el sentir antes que el ver o tocar.
Perder mucha gente por el camino y encontrar a otras que se convierten en "maestros".
Todo esto es lo verdaderamente importante en mi vida, mucho más que el color de mi pelo, la superfície de mi piel o el dolor de huesos.
Así que no os extrañe que sea tan selectiva, y que no deje nadar a cualquiera en mis aguas.
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