La vida es un regalo y un desafío que muchas veces nos pide dar lo mejor de nosotros, pero que también nos exige descansar y disfrutar si no queremos morir en el intento.
Hay que disfrutar de las pausas, sean voluntarias o forzadas. Son un regalo que no hay que menospreciar ni dejar pasar.
Parar, respirar, relajarnos. Pausas.
Haz una pausa, mira a tu alrededor y sonríe,
estás viva, con ganas, motivos, y eso es lo más importante.
Pausas. Son una delicia, como lo es esa taza de rico chocolate caliente de buena mañana, de ese que te quema la lengua y te calienta hasta el rincón más escondido de la médula ósea.
Sólo quiero relajarme y disfrutar de estos momentos de descanso. Disfrutar del placer y tomar energía de este Sol de invierno, que hoy sí, nos visitó con su máximo esplendor.
Pausas. Placeres que nos renuevan, nos inspiran y nos motivan.
Haz una pausa, mira a tu alrededor y... sonríe.
A veces la vida te da una fuerte sacudida para que no se te olvide parar, descansar y disfrutar.
Ese indescriptible placer de estar ma, me, mi, conmigo.
Buenos días verdecill@s.
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